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14 de septiembre de 2025 a las 23:50

Evita la dependencia alimentaria en tu gato

¿Te sientes culpable si no acompañas a tu minino en cada bocado? Tranquilo, no estás solo. Muchos amantes de los gatos caemos en la tentación de convertir la hora de la comida en un ritual compartido, creyendo que es una muestra de afecto. Pero, ¿sabías que esta aparentemente inofensiva costumbre podría estar creando una dependencia innecesaria en tu felino?

La reconocida veterinaria etóloga Pilar Guerrero nos advierte sobre los riesgos de acompañar sistemáticamente a nuestros gatos a comer, especialmente si no existe una razón médica o emocional que lo justifique. En gatos sanos, esta práctica puede generar una dependencia artificial que, a largo plazo, resulta contraproducente tanto para el animal como para su dueño. Imaginen la escena: salen de casa con la tranquilidad de haber dejado suficiente comida, pero al regresar, el plato sigue lleno. La preocupación se apodera de ustedes. ¿Estará enfermo? ¿Le habrá pasado algo? Y la respuesta, en muchos casos, es mucho más sencilla: simplemente, no comió porque no estabas allí.

Este tipo de dependencia, explica Guerrero, se origina muchas veces por nuestra propia preocupación o empatía. Queremos asegurarnos de que nuestro compañero felino esté bien alimentado, que disfrute de su comida, y sin darnos cuenta, reforzamos un patrón que puede volverse problemático. Terminamos siendo "prisioneros" de nuestra propia rutina, incapaces de salir de casa sin la angustia de saber que nuestro gato podría estar pasando hambre, cuando en realidad, lo único que le impide comer es nuestra ausencia.

La historia de María y su gata, compartida por la veterinaria en su programa "Tutor Felino", ilustra perfectamente este fenómeno. Tras el estrés de dos mudanzas consecutivas, la gata desarrolló la necesidad de ser acompañada durante la comida. Lo que en principio fue una respuesta natural a la inseguridad del nuevo entorno, se convirtió en una conducta aprendida, reforzada por la constante presencia de María. Casos como este, asegura Guerrero, son más comunes de lo que pensamos, y demuestran que el amor y la atención, mal canalizados, pueden ser contraproducentes.

Entonces, ¿qué debemos hacer? La clave, según la experta, radica en fomentar la autonomía de nuestros felinos. Si tu gato está sano, física y emocionalmente, debe ser capaz de comer solo. Si ya ha desarrollado una dependencia, es fundamental revisar el entorno, identificar posibles factores de estrés y, sobre todo, romper con la rutina de acompañarlo en cada comida. Esto puede requerir paciencia y constancia, pero es esencial para el bienestar del animal.

En algunos casos, la ayuda de un veterinario etólogo puede ser crucial para identificar la raíz del problema y establecer un plan de acción personalizado. No debemos olvidar que el amor verdadero se manifiesta también en dotar a nuestros compañeros felinos de las herramientas necesarias para ser independientes y felices, incluso en nuestra ausencia. Enseñarles a disfrutar de su comida en soledad es un acto de amor, una forma de liberarlos de una dependencia innecesaria y permitirles desarrollar su plena naturaleza felina. Así que, la próxima vez que te sientas tentado a acompañar a tu gato a comer, piénsalo dos veces. Quizás, la mejor muestra de cariño sea darle el espacio que necesita para disfrutar de su comida en paz y tranquilidad.

Fuente: El Heraldo de México