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15 de septiembre de 2025 a las 01:40

Crawford: Plan Divino vs Canelo.

El mundo del boxeo fue testigo de una noche histórica en el desierto de Nevada. Bajo las brillantes luces del Allegiant Stadium, Terence Crawford no solo venció, sino que desmanteló sistemáticamente al titán Saúl “Canelo” Álvarez, arrebatándole sus títulos y consagrándose como el nuevo campeón indiscutido de los pesos medianos. La sorpresa fue palpable, la incredulidad reinaba en el ambiente. Muchos veían a Crawford como un cordero llevado al matadero, una simple muesca más en el cinturón del Canelo. Pero el púgil de Nebraska tenía otros planes, un guion diferente que ejecutó a la perfección, round tras round.

Desde el primer campanazo, Crawford demostró una maestría táctica impecable. Su velocidad, precisión y frialdad calculadora fueron un enigma indescifrable para el Canelo. “Los primeros asaltos fueron cruciales,” explicó Crawford tras la victoria, “Sentí que tenía el control, que él buscaba descifrarme, y esa frustración jugó a mi favor.” No fueron palabras vacías, sino la descripción precisa de una estrategia meticulosamente ejecutada. Crawford no solo ganó la pelea, dominó cada faceta del combate, imponiendo su ritmo y voluntad sobre el ring.

Esta victoria, sin embargo, no es solo un hito en la carrera de Crawford, es la culminación de años de trabajo duro, de perseverancia ante la adversidad, de una fe inquebrantable en su propio potencial. "Siempre supe de lo que era capaz," afirmó con convicción. "La sorpresa es para ustedes, no para mí". Recordó las constantes críticas, las voces que lo menospreciaban, las oportunidades negadas. “Decían que no había peleado con nadie, que no podía vencer a los grandes. Pero cada vez que tuve la oportunidad, los barrí a todos.” Un dejo de reivindicación resonó en sus palabras, la satisfacción de quien finalmente silencia a sus detractores con hechos, no con palabras.

La noche del 13 de septiembre quedará grabada en los anales de la historia del boxeo. No solo por la magnitud de la victoria de Crawford, sino por el contexto que la rodea. La primera gran cartelera transmitida en exclusiva por Netflix rompió récords de taquilla, con más de 47 millones de dólares recaudados y una asistencia que superó las 70 mil personas, llenando el Allegiant Stadium como nunca antes. Fue una noche de estrellas, de emociones a flor de piel, una noche que consagró a Terence Crawford como un nuevo ícono del boxeo, un campeón que no solo conquistó el título, sino que lo hizo contra todo pronóstico, demostrando que la perseverancia, la disciplina y la fe en uno mismo pueden llevarte a la cima del mundo. "Dios no comete errores," concluyó Crawford, "Estoy aquí por una razón, este es el plan de Dios, no el mío.” Una declaración que resume la humildad y la convicción de un campeón que ha escrito su nombre con letras doradas en la historia del deporte.

Fuente: El Heraldo de México