La historia de Salvador Cabañas, el ídolo paraguayo que brilló en la Liga MX con América y Jaguares de Chiapas, ha tomado un giro dramático y doloroso. Lejos de los vítores de los estadios y la adrenalina del fútbol profesional, Cabañas se enfrenta a una batalla legal iniciada por sus propios hijos, Mía y Santiago, quienes buscan declararlo “insano” para controlar sus bienes. Esta noticia ha conmocionado al mundo del fútbol y ha abierto un debate sobre la vulnerabilidad de las figuras públicas, incluso después de retiradas.

La demanda interpuesta por sus hijos argumenta la incapacidad de Cabañas para administrar su patrimonio. Sin embargo, un informe forense reciente ha refutado estas afirmaciones, determinando que el exfutbolista conserva sus facultades mentales intactas. El dictamen psiquiátrico detalla que Cabañas se mostró colaborador durante la evaluación, demostrando un lenguaje fluido, un pensamiento coherente y un juicio crítico completo sobre su situación. Además, se descartó la presencia de trastornos psicóticos, delirios o alucinaciones, lo que fortalece su capacidad para tomar decisiones sobre sus propios bienes.

Este revés en la demanda no significa el fin del proceso. Ahora la decisión recae en el juez civil y comercial José Villalba Báez, quien deberá analizar las pruebas y determinar si el caso procede o se archiva. Mientras tanto, Cabañas se encuentra en una situación de incertidumbre, enfrentando no solo la presión legal, sino también el impacto emocional de ver a sus propios hijos cuestionando su capacidad mental.

El abogado de Cabañas, Jorge Esquivel, ha denunciado que detrás de esta demanda se esconden intereses económicos relacionados con inversiones e inmuebles del exfutbolista en Paraguay, particularmente el complejo de Villa Elisa, propiedad compartida con su exesposa y actualmente en proceso de venta. La coincidencia temporal entre el inicio de la demanda y el avance en las negociaciones de venta levanta sospechas sobre las verdaderas motivaciones de los demandantes. Esquivel ha recordado que esta no es la primera vez que Cabañas se enfrenta a litigios por dinero, habiendo lidiado en el pasado con demandas millonarias.

Es imposible ignorar el trágico episodio que marcó la vida de Salvador Cabañas: el atentado en el Bar Bar de la Ciudad de México en 2010. Un disparo en la cabeza a manos de José Jorge Balderas Garza, alias "El JJ", truncó su prometedora carrera futbolística y lo dejó con secuelas neurológicas permanentes. Aunque logró sobrevivir, la bala alojada en su cráneo le impidió volver al nivel competitivo que lo caracterizaba. Este evento, sin duda, ha dejado una huella imborrable en su vida y es un factor a considerar al analizar su situación actual.

Después de su retiro, Cabañas buscó refugio en su Paraguay natal, alejándose del bullicio mediático y llevando una vida más tranquila. Su participación en partidos de exhibición, conferencias y proyectos personales le permitía mantenerse conectado con el mundo del fútbol y recibir el cariño de la afición que lo recuerda como un ídolo. Sin embargo, esta nueva batalla legal lo coloca nuevamente en el ojo público, en una situación que dista mucho de la gloria y el reconocimiento que alguna vez disfrutó en las canchas. La incertidumbre sobre el futuro de su patrimonio y la difícil relación con sus hijos son ahora los desafíos que enfrenta este ícono del fútbol paraguayo. ¿Será justicia para Cabañas o se confirmarán las sospechas de su abogado? El tiempo y el juez tendrán la última palabra.