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14 de septiembre de 2025 a las 19:50

Adiós a Ricky Hatton, leyenda del boxeo

El mundo del boxeo está de luto. Ricky "The Hitman" Hatton, el héroe de Manchester, nos ha dejado a la temprana edad de 46 años. Una noticia que ha golpeado con la fuerza de un gancho al hígado a aficionados, compañeros y a todo el Reino Unido. La mañana del domingo, una sombra de incredulidad se cernió sobre Gee Cross, Greater Manchester, al conocerse la noticia. Aunque las autoridades han confirmado que no se trata de una muerte sospechosa, el vacío que deja Hatton es inmenso, una herida que tardará en cicatrizar.

Recordamos a Ricky no solo por sus títulos mundiales, sino por la pasión desenfrenada que transmitía en cada combate. Un púgil que se forjó en las calles de Stockport y que conquistó el corazón de la afición británica con su estilo agresivo, su tenacidad inquebrantable y una humildad que lo hacía aún más grande. Su victoria sobre Kostya Tszyu en 2005, arrebatándole el título superligero de la FIB, no fue solo un triunfo deportivo; fue una inyección de orgullo para toda una nación. Aquel rugido ensordecedor en el MEN Arena de Manchester resonó en cada rincón del Reino Unido, anunciando la llegada de un nuevo ídolo.

Hatton trascendió el deporte. Su carisma, su conexión genuina con la gente, lo convirtieron en un fenómeno social. Miles de británicos, "The Hitman Army", lo seguían a todas partes, creando una atmósfera electrizante en cada una de sus peleas. ¿Quién puede olvidar la marea roja y blanca que inundó Las Vegas en su combate contra Floyd Mayweather Jr.? Aunque la derrota fue inevitable ante el mejor libra por libra del momento, la lealtad de sus seguidores quedó demostrada ante el mundo. Aquellos miles de aficionados que viajaron al otro lado del Atlántico, muchos sin siquiera tener entrada al MGM Grand, dejaron claro que Hatton era mucho más que un boxeador; era un símbolo de esperanza, un reflejo de la pasión y la perseverancia del pueblo británico.

La imagen de un Estadio del Manchester City a reventar, con 55,000 almas coreando su nombre, quedará grabada para siempre en la memoria colectiva. Un récord de asistencia para un evento de boxeo en la era moderna en el Reino Unido, una muestra palpable del impacto de Hatton en la cultura popular. Su legado se extiende más allá de los cinturones de campeón; se encuentra en la inspiración que brindó a jóvenes boxeadores, en la alegría que proporcionó a millones de fanáticos y en la huella imborrable que dejó en la historia del boxeo británico.

Sin embargo, detrás de la sonrisa del campeón, se escondía una batalla interna. Hatton, con la misma honestidad que mostraba en el ring, habló abiertamente de sus luchas contra la depresión, las adicciones y los pensamientos suicidas. Una confesión valiente que humanizó aún más a la figura del campeón, recordándonos que incluso los héroes tienen sus demonios. Su lucha fuera del ring fue tan intensa como cualquiera de sus combates, una prueba más de su espíritu indomable.

Su regreso al ring en 2022, en una exhibición contra Marco Antonio Barrera, fue un emotivo reencuentro con la afición que tanto lo amaba. Un último baile para el "Hitman", un recordatorio de su grandeza y un testimonio de su amor por el boxeo. Su reciente inducción al Salón Internacional de la Fama del Boxeo, un merecido reconocimiento a una trayectoria excepcional.

Hoy, el mundo del boxeo llora la partida de un guerrero dentro y fuera del ring. Ricky Hatton, el hijo predilecto de Manchester, deja un legado de pasión, coraje y humildad. Un vacío imposible de llenar. Nuestras condolencias a su familia, a sus hijos Campbell, Millie y Fearne, a su nieto, y a todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y admirarlo. Descansa en paz, campeón. Tu recuerdo vivirá por siempre en nuestros corazones.

Fuente: El Heraldo de México