La tragedia del Puente La Concordia sigue cobrando vidas y dejando una profunda huella de dolor en la Ciudad de México. La noticia del fallecimiento de Alicia Matías Teodoro, de 49 años, ha conmocionado a la nación, confirmando los peores temores tras el devastador accidente ocurrido el martes 10 de septiembre. Su nombre, que resonó en redes sociales como símbolo de heroísmo y amor incondicional, ahora se une a la lista de las 11 víctimas fatales de la explosión.

Recordemos que el martes pasado, una pipa de gas LP explotó en el Puente La Concordia, en la alcaldía Iztapalapa, dejando un escenario dantesco de destrucción y dolor. Casi 90 personas resultaron heridas, muchas de ellas con quemaduras graves, y la cifra de fallecidos, lamentablemente, continúa en aumento. En medio del caos y la desesperación, surgió la historia de Alicia, una abuela que, con un acto de valentía inigualable, protegió a su nieta de dos años con su propio cuerpo.

Testigos presenciales relataron cómo Alicia, ante la inminencia de la explosión, abrazó fuertemente a su nieta, cubriéndola con su cuerpo como un escudo humano. Este acto de amor desinteresado logró salvar la vida de la pequeña, quien, aunque con algunas lesiones, se recupera favorablemente. Sin embargo, el sacrificio de Alicia tuvo un alto precio: sufrió quemaduras en la mayor parte de su cuerpo, lesiones que, a pesar de los esfuerzos médicos, resultaron irreversibles.

Alicia fue trasladada al Hospital Magdalena de las Salinas, donde permaneció en estado crítico durante casi 48 horas, luchando por su vida. La Secretaría de Salud capitalina, en medio de la confusión y la premura por informar, cometió un error al incluirla prematuramente en la lista de fallecidos la noche del jueves. La rectificación llegó horas después, confirmando que Alicia seguía con vida, aunque su pronóstico era reservado. Sin embargo, la esperanza se desvaneció la noche del viernes, cuando se confirmó su fallecimiento.

La noticia ha generado una ola de consternación y tristeza en redes sociales, donde miles de usuarios han expresado sus condolencias y admiración por el acto heroico de Alicia. La "abuelita heroína", como la han bautizado muchos, se ha convertido en un símbolo de amor incondicional y sacrificio. Su historia, aunque trágica, nos recuerda la fuerza del instinto maternal y la capacidad del ser humano para realizar actos de valentía extraordinarios en situaciones extremas.

Las autoridades continúan investigando las causas del accidente y se han comprometido a brindar apoyo a las familias de las víctimas. Más allá de las indemnizaciones y las responsabilidades legales, queda la profunda herida que esta tragedia ha dejado en la comunidad. La memoria de Alicia, sin duda, permanecerá viva como un recordatorio del amor incondicional y la capacidad de sacrificio que reside en el corazón humano. Un ejemplo de heroísmo cotidiano que, en medio de la tragedia, nos inspira a valorar la vida y a proteger a quienes amamos.