Un sueño animado cobra vida en el noreste de México. Luna González, una joven promesa de la animación 2D, ha conquistado la codiciada beca Animexico, abriendo un nuevo capítulo en su prometedora carrera. A sus 25 años, Luna ya ha dejado huella en el panorama artístico con su ópera prima, Kido, una obra que ha resonado en festivales de cine nacionales e internacionales, demostrando la potencia de su narrativa visual y su talento innato para la animación. Imaginen la dedicación, la pasión y las horas invertidas en cada fotograma, en cada detalle, para dar vida a un universo propio. Este reconocimiento no solo valida su esfuerzo, sino que la catapulta a un futuro lleno de posibilidades.

La beca Animexico, una iniciativa impulsada por el visionario cineasta Guillermo del Toro y Cinépolis desde 2018, representa mucho más que una ayuda económica. Es una puerta abierta al prestigioso mundo de la animación francesa, concretamente a la escuela Gobelins, un semillero de talentos a nivel mundial. No se trata únicamente de la matrícula y la colegiatura cubiertas, sino también del apoyo a la manutención, un gesto que permite a jóvenes como Luna concentrarse plenamente en su desarrollo artístico, sin las preocupaciones que a menudo acompañan la vida estudiantil.

Para Luna, esta oportunidad es la culminación de un sueño de infancia. En sus propias palabras, estudiar animación en el extranjero, especialmente en Gobelins, siempre fue su anhelo. Ahora, gracias a Animexico, ese anhelo se convierte en realidad tangible. Con una humildad admirable, Luna expresa su deseo de crecer profesional y personalmente, de contar historias que resuenen en el corazón del público y, en sus palabras, "con suerte, hacer algo significativo para el mundo". Un objetivo ambicioso, sin duda, pero respaldado por un talento innegable y una determinación que inspira.

El compromiso de Luna con su país es palpable. Su visión va más allá del crecimiento personal; anhela convertirse en un puente para que otros animadores mexicanos accedan a la industria internacional, compartiendo su experiencia y abriendo caminos para las nuevas generaciones. Esta generosidad y visión de futuro la convierten en un verdadero ejemplo a seguir.

Guillermo del Toro, en su mensaje de felicitación, destaca la importancia de invertir en los jóvenes creadores. "Vamos camino a una década de esta beca", afirma, reafirmado su convicción de que el futuro de la animación mexicana reside en el talento emergente. Los resultados de Animexico, con jóvenes animadores reconocidos en los foros internacionales más prestigiosos, son la prueba irrefutable del impacto de esta iniciativa.

Alejandro Ramírez, presidente del Festival Internacional de Cine de Morelia y director general de Cinépolis, subraya la relevancia de la animación como lenguaje cinematográfico, capaz de trascender generaciones. En un momento en que la animación 2D experimenta un renacimiento a nivel global, es un orgullo para México contar con talentos como Luna, que con su dedicación y pasión contribuyen a este movimiento. Ramírez resalta la importancia de brindar oportunidades a la juventud, permitiéndoles traspasar fronteras y transformar la industria. El éxito de Luna es un testimonio del potencial que se libera cuando el talento se encuentra con el apoyo y la oportunidad. Es una historia de perseverancia, de sueños cumplidos y de un futuro brillante para la animación mexicana.