13 de septiembre de 2025 a las 02:30
Seguridad ciudadana: Un enfoque humano en San Lázaro
Un cambio de paradigma se respira en el aire. La seguridad ciudadana ya no se concibe desde las alturas del poder, sino desde la base, desde la comunidad, desde el rostro humano de quienes la necesitan. El foro “Por una Seguridad Ciudadana con Rostro Humano: Comunidad, Migración y Equidad”, celebrado en la Cámara de Diputados, resonó con la voz de diversos actores: militares, autoridades federales, representantes de la ONU, organizaciones civiles y, lo más importante, la ciudadanía. Este encuentro no fue un mero protocolo, sino un espacio de reflexión profunda sobre cómo construir un sistema de seguridad que proteja, que acompañe y que, sobre todo, respete los derechos de todos.
La diputada Jessica Saiden Quiroz, presidenta de la Comisión de Seguridad Ciudadana, marcó la pauta: las reformas legislativas deben traducirse en beneficios palpables para la población. No se trata de leyes en papel, sino de acciones concretas que fortalezcan los mecanismos de seguridad en los tres niveles de gobierno. La presencia de altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional confirma el compromiso interinstitucional con este nuevo enfoque.
El subsecretario José Luis Rodríguez Díaz de León puso el dedo en la llaga: la seguridad debe ser cercana, con rostro humano, con perspectiva de género y de derechos humanos. No basta con la fuerza, se necesita la empatía, la comprensión de las necesidades de cada hogar, de cada espacio público. El ejemplo de Quintana Roo, presentado por el contralmirante Julio César Gómez Torres, ilustra cómo la inversión en la profesionalización y el bienestar policial se traduce en una mayor eficacia y cercanía con la ciudadanía. La reingeniería de la institución, con mejoras salariales y capacitación constante, ha posicionado a la corporación como la mejor pagada del país, un modelo a seguir para otras entidades.
Expertos como Renato Sales Heredia y Cesáreo Carvajal reforzaron la idea de la proximidad como clave para reconstruir el tejido social. La confianza en las instituciones no se decreta, se construye con acciones, con presencia, con la certeza de que la policía está ahí para proteger y servir. Y la reinserción social, como bien lo señaló Eduardo Javier Romero Espinoza, titular del sistema penitenciario de Morelos, no es el último eslabón, sino un pilar fundamental. Un trato digno a las personas privadas de la libertad y a sus familias es esencial para una verdadera reintegración. El compromiso de las autoridades de Morelos, como el secretario de Seguridad Miguel Ángel Urrutia y la gobernadora Margarita González Saravia, es un ejemplo del cambio que se necesita en el sistema penitenciario.
La mirada internacional, a través de Giovanni Lepri de ACNUR, nos recordó la crisis global de desplazamiento forzado y la necesidad de desvincular la migración de la delincuencia. Combatir las narrativas tóxicas que estigmatizan a los migrantes es crucial para construir una sociedad más justa e inclusiva. La doctora Eunice Rendón Cárdenas, de Red VIRAL y 50+1 Nacional, alertó sobre la creciente securitización de la migración, especialmente en Estados Unidos, y la importancia de diversificar el diálogo bilateral. A pesar de los avances en la cooperación con la llegada de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el secretario Omar García Harfuch, la incertidumbre generada por la administración Trump sigue siendo un desafío.
La voz de la senadora migrante Karina Ruiz resonó con fuerza al demandar una agenda legislativa que contemple los derechos de las comunidades mexicanas en el exterior. La seguridad y la migración son temas inseparables que requieren una visión integral y de largo plazo. Maribel Cervantes Guerrero, exsecretaria de Seguridad del Estado de México, trajo a la mesa la perspectiva de género, recordando la creación de la primera Policía de Género en esa entidad y la necesidad de la igualdad de condiciones en todos los ámbitos.
Finalmente, la diputada Dolores Padierna Luna cerró el foro con un mensaje contundente: la seguridad no se mide en estadísticas, sino en rostros humanos. Las mujeres, las personas migrantes, las comunidades, todos esperan del Estado protección y justicia. La pluralidad de voces presentes en el foro, desde legisladores como Luis Fernando Vilchis Contreras, Sergio Mayer, Julieta Villalpando, Marcela Guerra y Maribel Solache, hasta estudiantes, funcionarios, especialistas y ciudadanos, demuestra que la construcción de una seguridad ciudadana con rostro humano es un compromiso colectivo. Un compromiso que apenas comienza, pero que promete un futuro más seguro y justo para todos.
Fuente: El Heraldo de México