La sombra de la santería se cierne sobre Tijuana tras el escalofriante descubrimiento de tres cuerpos sin vida, presuntamente víctimas de un ritual macabro. El horror se desató en la madrugada del 11 de agosto de 2025, en una modesta vivienda ubicada en la calle Camino Viejo a Tecate, colonia Los Venados. Tres personas fueron privadas de su libertad, sometidas a torturas inimaginables y finalmente asfixiadas, según las primeras investigaciones de la Fiscalía General del Estado de Baja California. Sus cuerpos, abandonados en bolsas de plástico a la intemperie, conmocionaron a la comunidad tijuanense, que ahora exige justicia.

La Agencia Estatal de Investigación, tras una ardua labor de inteligencia y rastreo, logró identificar y capturar a tres presuntos responsables: Álvaro “N”, alias “El Santero”, Edgar “N”, alias “El Árabe” y Ricardo “N”, alias “El Filos”. La detención se llevó a cabo durante un cateo que desveló un escenario aún más perturbador: un altar dedicado a la Santa Muerte, donde se encontraron cuencos con lo que se presume es sangre humana. Este hallazgo ha reforzado la hipótesis de que las víctimas fueron sacrificadas en un ritual sangriento, orquestado por esta célula criminal.

El macabro descubrimiento ha generado una profunda conmoción en la sociedad bajacaliforniana, que se pregunta cómo pudo ocurrir semejante atrocidad en su comunidad. La fiscal María Elena Andrade ha confirmado la presencia de estos perturbadores elementos ritualísticos y ha asegurado que se están realizando las pruebas necesarias para confirmar la naturaleza de la sangre encontrada. La Fiscalía no descarta la posibilidad de que existan más víctimas y se ha comprometido a llegar al fondo de este caso, desmantelando por completo la red criminal.

Las investigaciones apuntan a que esta célula criminal tiene sus raíces en diferentes entidades del país, incluyendo el Estado de México, lo que sugiere una operación organizada y con posibles ramificaciones en otras regiones. Álvaro “N”, alias “El Santero”, se perfila como el principal sospechoso y presunto líder del grupo, según las autoridades. Se cree que él era quien orquestaba los rituales y daba las órdenes para la captura y tortura de las víctimas.

La comunidad de Tijuana se encuentra consternada ante estos hechos, que han sacudido la tranquilidad de la ciudad. Vecinos de la colonia Los Venados, donde se encontraron los cuerpos, expresan su temor e incredulidad ante la barbarie ocurrida tan cerca de sus hogares. Se han organizado marchas y vigilias en memoria de las víctimas y para exigir justicia. Las autoridades han reforzado la seguridad en la zona y han hecho un llamado a la ciudadanía a colaborar con cualquier información que pueda ayudar a esclarecer este terrible crimen.

La investigación continúa abierta y se espera que en los próximos días se revelen más detalles sobre el modus operandi de esta célula criminal y la identidad de las víctimas. La Fiscalía ha prometido transparencia en el proceso y ha asegurado que se hará justicia para las víctimas y sus familias. Este caso pone de manifiesto la necesidad de reforzar la seguridad y combatir la impunidad en Baja California, para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir. El horror de la santería ha dejado una profunda herida en la comunidad tijuanense, que ahora busca sanar y encontrar la paz.