La tragedia ha golpeado a la provincia de Córdoba, Argentina, dejando una estela de dolor e incertidumbre. Cristian Sergio Fink, de 37 años, y su pequeño hijo Álvaro, de tan solo 3, fueron encontrados sin vida en el Dique El Cajón, tras una angustiosa búsqueda que mantuvo en vilo a toda la comunidad. La noticia, confirmada por la Fiscalía de Cosquín, ha conmocionado a familiares, amigos y vecinos que se unieron en una cadena de solidaridad y esperanza durante las más de 24 horas que duró el operativo.

El miércoles por la tarde, padre e hijo salieron de su hogar en Córdoba para disfrutar de una actividad que se había convertido en una tradición familiar: "tirar piedritas al río" en las orillas del perilago. Una escena cotidiana, llena de la simple alegría de compartir un momento juntos, se transformó en una pesadilla cuando la noche cayó y no regresaron. La preocupación creció con cada hora que pasaba, desencadenando una movilización masiva de recursos y personas dispuestas a colaborar en la búsqueda.

El hallazgo del Chevrolet Aveo gris de la familia, cerca del dique y sin signos aparentes de violencia, orientó los esfuerzos hacia el agua. Las puertas cerradas del vehículo alimentaron la hipótesis de un posible accidente, un escenario desgarrador que se confirmó horas más tarde con el descubrimiento de los cuerpos sin vida por parte de los buzos tácticos. La imagen de Cristian y Álvaro disfrutando juntos a la orilla del agua, se contrapone ahora con la dolorosa realidad de su destino.

Lorena Olariaga, esposa y madre de las víctimas, descartó cualquier indicio de conflicto familiar o amenaza, describiendo a Cristian, un reconocido técnico en máquinas de la zona, como un hombre dedicado a su familia. Sus palabras, cargadas de dolor e incredulidad, reflejan el impacto devastador de esta pérdida repentina e inesperada. “Solo salieron a pasar un momento juntos, como siempre”, declaró a la prensa local, una frase que resume la trágica ironía de la situación.

El operativo de búsqueda desplegó un impresionante despliegue de recursos, demostrando la solidaridad y el compromiso de la comunidad. Más de 100 efectivos, incluyendo Policía, bomberos, DUAR, ETAC, división Canes, drones, avionetas, kayaks y buzos tácticos, trabajaron incansablemente en el rastrillaje del perilago y áreas aledañas. Un terreno irregular y sectores de agua profunda complicaron las labores de búsqueda, aumentando la angustia y la incertidumbre.

La hipótesis principal apunta a un accidente. Se presume que el pequeño Álvaro pudo haber caído al agua mientras jugaba, y que Cristian, en un acto de amor y desesperación, se lanzó a rescatarlo, siendo ambos atrapados por las aguas del dique. Sin embargo, las autoridades mantienen la cautela y esperan los resultados de la autopsia para confirmar la causa de la muerte y reconstruir los hechos que llevaron a esta tragedia.

La comunidad de Córdoba se encuentra consternada por la pérdida de Cristian y Álvaro. Dos vidas truncadas en un instante, dejando un vacío irreparable en sus seres queridos y una profunda tristeza en quienes participaron en la búsqueda. A la espera de las conclusiones oficiales, la historia de Cristian y Álvaro sirve como un doloroso recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada momento compartido.