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12 de septiembre de 2025 a las 21:41

Menos tráfico, ¿más carriles en López Mateos?

La sombra de la congestión vial se cierne sobre López Mateos, una arteria vital de la Zona Metropolitana de Guadalajara, y la propuesta de un segundo piso resurge como un fantasma que, a pesar de su aparente grandiosidad, no promete exorcizar el problema. Expertos, empresarios y ciudadanos alzan la voz en un coro unánime: esta solución, que se antoja como un parche costoso e ineficaz, no hará más que perpetuar el ciclo de la saturación.

El Foro Metropolitano "Desafíos y Soluciones para la Movilidad en López Mateos", organizado por el CUCEA, se convirtió en el escenario donde se desgranaron las falacias de esta propuesta. Mario Córdova España, investigador del Instituto de Movilidad Urbana Sustentable, presentó un contundente argumento basado en la experiencia internacional: la construcción de segundos pisos no ha logrado el objetivo deseado, incluso en urbes como la Ciudad de México, donde la complejidad vial es comparable a la que se vive en Guadalajara. La historia, lamentablemente, parece condenada a repetirse.

El rechazo del sector empresarial no se hizo esperar. Antonio Lancaster Jones, presidente del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, puso el dedo en la llaga al señalar la necesidad de optimizar el Macrolibramiento, especialmente para el transporte de carga, uno de los principales responsables de la congestión. Además, lanzó una propuesta concreta: la iniciativa privada está dispuesta a invertir 30 millones de pesos para conectar las vías férreas de Guadalajara con Aguascalientes, una medida que podría reducir hasta en un 40% la entrada de camiones de carga a la ciudad. Una solución que ataca la raíz del problema, no sus síntomas.

Córdova España, con la autoridad que le otorga su experiencia, propuso alternativas más viables para el tramo sur de López Mateos, enfocándose en la creación de opciones de movilidad que no impliquen la construcción de más infraestructura vial, sino la optimización de la existente y la diversificación de las opciones de transporte. La clave, según el experto, radica en comprender la dinámica de la vialidad, la cantidad de vehículos particulares y de carga que la transitan, y ofrecer alternativas que se ajusten a la realidad.

La voz de la academia también resonó en el foro. Los académicos presentes solicitaron participación activa en las mesas de diálogo organizadas por el gobierno de Jalisco, con el fin de aportar su conocimiento y experiencia en materia de movilidad y desarrollo urbano. Incluso, se planteó la posibilidad de frenar el desarrollo habitacional en la zona sur del Área Metropolitana de Guadalajara, una medida drástica pero que refleja la urgencia de la situación.

El consenso general apunta hacia la necesidad de soluciones sustentables, que no solo descongestionen el tráfico a corto plazo, sino que promuevan una movilidad más eficiente y amigable con el medio ambiente. Para ello, se requiere no solo inversión económica, sino también voluntad política para tomar decisiones audaces y romper con el ciclo vicioso de las soluciones ineficaces.

El caso de López Mateos nos recuerda la paradoja de la demanda inducida, un concepto urbanístico que explica cómo la creación de más carriles, en lugar de aliviar la congestión, puede agravarla. Al aumentar la capacidad vial, se incentiva el uso del automóvil, lo que a la larga satura la nueva infraestructura. La Katy Freeway en Houston, Texas, con sus 26 carriles y sus constantes atascos, es un ejemplo emblemático de este fenómeno. La solución, por tanto, no está en construir más, sino en pensar diferente. El futuro de la movilidad en Guadalajara depende de ello.

Fuente: El Heraldo de México