La angustia que carcomía el alma de la familia Cervantes García finalmente ha encontrado un desgarrador punto final. Tras meses de una búsqueda incansable, llena de esperanza y desesperación a partes iguales, se confirma el hallazgo del cuerpo sin vida de Damaris Abril. La joven de 22 años, desaparecida desde aquel fatídico 27 de febrero de 2025 en el municipio de Reynosa, Tamaulipas, ya no volverá a casa. La noticia, como un mazazo que quiebra el aliento, ha sido confirmada por el Colectivo Amor por los Desaparecidos de Tamaulipas, quienes con un emotivo y doloroso mensaje en redes sociales, "La búsqueda terminó, descansa en paz Damaris”, han puesto fin a la incertidumbre, dejando un vacío imposible de llenar en el corazón de sus seres queridos.

Recordamos la imagen de Damaris, compartida incansablemente en redes sociales, con la esperanza de que alguien, en algún lugar, la reconociera. Vestía tenis negros Guess, un pantalón de mezclilla azul y una blusa amarilla. Prendas que ahora, en la memoria colectiva, se convierten en símbolos de la tragedia que azota a tantas familias en el país. Detalles que se aferraron a la esperanza, pero que finalmente sirvieron para la dolorosa identificación.

Imaginamos las jornadas extenuantes de búsqueda, el sol implacable golpeando los rostros agotados de madres, amigos y familiares, recorriendo cada rincón del peligroso municipio de Reynosa, con la fe intacta de encontrar una pista, una señal, cualquier indicio que los llevara al paradero de Damaris. Horas que se convirtieron en días, días en semanas, semanas en meses… una lucha contra el tiempo y la desesperación que finalmente ha llegado a su fin.

La madre de Damaris, con el corazón destrozado pero con una fortaleza admirable, agradece el apoyo recibido. Un agradecimiento teñido de dolor, pero también de gratitud hacia quienes la acompañaron en esta dolorosa travesía. Sus palabras, un testimonio desgarrador de la realidad que viven muchas familias en México: "Mi niña ya descansa en paz, con todo el dolor de mi corazón. Le doy las gracias a Dios por regresármela, no como yo hubiera querido. Les deseo de todo corazón que quienes estén pasando por lo mismo no pierdan la fe”.

Este caso, como tantos otros, nos recuerda la vulnerabilidad y la fragilidad de la vida. Nos obliga a reflexionar sobre la situación de inseguridad que prevalece en algunas regiones del país y a exigir a las autoridades acciones concretas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. La desaparición y muerte de Damaris Abril Cervantes García no debe quedar impune. Es necesario que se investigue a fondo, se esclarezcan los hechos y se haga justicia. Su memoria, y la de todas las víctimas de desaparición, debe ser un llamado a la acción, un impulso para construir un país donde la vida sea valorada y protegida por encima de todo.

El hashtag #DEPIEHASTAENCONTRARLOS, que acompañó la búsqueda de Damaris, ahora cobra un nuevo significado. Es un recordatorio de la lucha incansable de las familias que buscan a sus seres queridos, un símbolo de esperanza y resistencia frente al dolor y la impunidad. Un grito silencioso que resuena en la conciencia colectiva, exigiendo justicia y un futuro donde ninguna familia tenga que vivir la angustia de la desaparición.