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12 de septiembre de 2025 a las 08:15

Capturado: Falso discapacitado traficaba 12 kg de droga

La audacia del crimen no conoce límites, y la reciente condena de Casimiro De Lemos Francisco lo demuestra de forma escalofriante. Imaginen la escena: un hombre de 56 años, aparentemente discapacitado, navegando en su silla de ruedas eléctrica por el bullicioso aeropuerto de Mánchester. Una imagen que evoca vulnerabilidad, ¿cierto? Sin embargo, tras esa fachada de fragilidad se escondía una operación de contrabando de cocaína valorada en la asombrosa cifra de 880.000 libras esterlinas, una fortuna equivalente a más de 22 mil millones de pesos mexicanos. El pasado 30 de marzo, la aparente tranquilidad del aeropuerto se vio interrumpida por el agudo ojo de los agentes de la Fuerza Fronteriza. Algo en De Lemos Francisco, recién llegado de Bridgetown, Barbados, despertó sus sospechas. Y no se equivocaron. Ocultos en las entrañas de la silla de ruedas, en el respaldo del asiento, yacían 11 paquetes de cocaína, 12 kilogramos de un polvo blanco que prometía una fortuna ilícita. La mentira se desmoronó como un castillo de naipes. De Lemos Francisco, originario de Guimarães, Portugal, intentó tejer una red de engaños. Afirmó estar en Inglaterra por dos días, de visita a un amigo. Sobre la cocaína en su silla de ruedas, se declaró ignorante, sugiriendo con descaro que los oficiales interrogaran a su supuesto amigo. Una historia inverosímil que no convenció a nadie.

La investigación posterior, llevada a cabo por la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA), destapó una trama aún más compleja. No solo se trataba de un hombre desesperado, sino de una sofisticada operación orquestada por un grupo criminal. La silla de ruedas, más que una herramienta de movilidad, era un vehículo para el narcotráfico, equipado con un dispositivo de rastreo en el compartimento de la batería. Un siniestro detalle que revela la meticulosidad con la que operan estas redes criminales. El caso de De Lemos Francisco resuena con otro incidente ocurrido esa misma semana. Ronald Lord, un hombre de 71 años, también fue capturado utilizando una silla de ruedas motorizada para contrabandear cocaína. Ocho kilogramos de la droga, con un valor en la calle de 600.000 libras esterlinas, fueron confiscados en el aeropuerto de Gatwick. Dos casos en una semana, dos sillas de ruedas, dos vidas atrapadas en la telaraña del narcotráfico. Una coincidencia que, en palabras de Charles Lee, oficial superior de investigación de la NCA, pone de manifiesto la desesperación de los grupos criminales. "Intentarán cualquier cosa para contrabandear drogas," declaró, "pero usar una silla de ruedas y a un hombre que finge ser discapacitado es particularmente aborrecible." Una afirmación que deja un sabor amargo, una mezcla de indignación y tristeza. Estos casos nos recuerdan la constante batalla contra el narcotráfico, una lucha que exige la colaboración de agencias nacionales e internacionales. La NCA, en su compromiso por proteger al público del Reino Unido, continúa trabajando incansablemente para desmantelar estas redes criminales y llevar ante la justicia a aquellos que se benefician del sufrimiento ajeno. La historia de Casimiro De Lemos Francisco no es solo la de un hombre condenado a casi siete años de prisión. Es un reflejo de la oscura realidad del narcotráfico, una actividad que se vale de la vulnerabilidad y el engaño para extender sus tentáculos. Es un recordatorio de la importancia de la vigilancia y la cooperación internacional para combatir este flagelo que amenaza la seguridad y el bienestar de nuestras sociedades.

Fuente: El Heraldo de México