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12 de septiembre de 2025 a las 17:45

Alerta Sísmica: ¿Dónde fue el epicentro hoy?

La tierra bajo nuestros pies, una vez más, nos recuerda su fuerza latente. La madrugada del viernes 12 de septiembre se convirtió en un recordatorio palpable de la actividad sísmica que caracteriza a nuestra región, con un enjambre de 46 temblores que sacudieron la tranquilidad de la noche. Si bien el sismo más intenso, con epicentro en Salina Cruz, Oaxaca, alcanzó una magnitud 4, no fue suficiente para activar la alerta sísmica, dejando a muchos con la inquietud de lo que pudo haber sido.

Este evento, aunque no de gran magnitud, nos invita a reflexionar sobre la constante actividad telúrica que vivimos y la importancia de estar preparados. Las cifras del Servicio Sismológico Nacional (SSN) pintan un panorama claro: 25,967 sismos registrados en lo que va del 2025, una cifra que nos habla de la dinámica geológica de nuestro país. De estos, la gran mayoría, 17,163, se ubican en el rango de magnitud 3 a 3.9, pequeños recordatorios de la energía que se mueve bajo la superficie. Solo dos eventos han superado la magnitud 6 este año, afortunadamente sin alcanzar el umbral del 7, que representa un riesgo considerablemente mayor.

Ante esta realidad sísmica, la preparación es nuestra mejor aliada. Protección Civil insiste en la importancia de mantener la calma ante un evento de esta naturaleza. Ubicar las zonas de seguridad en nuestro hogar, trabajo o lugar de estudio es crucial. Recordemos alejarnos de ventanas, espejos y cualquier objeto de cristal que pueda romperse y convertirse en un peligro. Los muebles pesados, como libreros o vitrinas, también representan un riesgo, por lo que debemos mantener una distancia prudencial. En la calle, la precaución debe ser aún mayor: alejarnos de cables, ramas, balcones y edificios con cristales es fundamental para proteger nuestra integridad.

Pero, ¿qué es exactamente un sismo? El SSN nos lo explica con claridad: es el rompimiento de las rocas en el interior de la Tierra. Imaginemos la tensión acumulada a lo largo del tiempo, liberándose de forma repentina y violenta en forma de ondas sísmicas que se propagan en todas direcciones. Esta liberación de energía es la que percibimos como un temblor, una sacudida que nos recuerda la poderosa fuerza de la naturaleza.

Es vital no subestimar la importancia de la prevención. Tener un plan familiar de protección civil, participar en simulacros y mantenernos informados a través de fuentes oficiales son medidas que pueden marcar la diferencia. La información es poder, y en el caso de los sismos, puede ser la clave para proteger nuestra vida y la de nuestros seres queridos. No esperemos a que un evento de gran magnitud nos tome desprevenidos. La preparación constante es la mejor herramienta que tenemos para enfrentar la realidad sísmica de nuestro país. Informémonos, preparémonos y actuemos con responsabilidad. Nuestra seguridad está en nuestras manos.

Fuente: El Heraldo de México