Prepárense regios, que el bochorno da paso a la tormenta. Después de una racha de calor seco que parecía no tener fin, Monterrey y su área metropolitana se alistan para un cambio drástico en el clima. No se trata solo de una simple lluvia, sino de la llegada definitiva de la temporada de huracanes y ciclones, una realidad que nos obliga a todos, ciudadanos y autoridades, a estar alerta y tomar las precauciones necesarias.

El amanecer nos recibirá con el clásico bochorno regiomontano: a las 6:00 am, los termómetros marcarán 21°C, pero con una humedad relativa rondando entre el 75% y el 85%, lo que se traducirá en una sensación térmica aún mayor. El cielo estará parcialmente nublado, con un 20% de probabilidad de lluvia, lo cual no descarta la aparición de lloviznas aisladas en algunas zonas.

Conforme avance la mañana, el calor se intensificará. Para el mediodía, esperamos que el mercurio alcance los 29°C, con el cielo aún parcialmente nublado. Sin embargo, la calma será aparente. Alrededor de las 14:00 horas, la temperatura llegará a su punto máximo, 31°C, y la atmósfera comenzará a mostrar signos de inestabilidad.

Prepárense para la descarga. A partir de la tarde, la probabilidad de chubascos y tormentas eléctricas se incrementará drásticamente hasta un 60%, concentrándose inicialmente en los municipios del oriente del estado y en las zonas serranas. Estas tormentas vendrán acompañadas de actividad eléctrica y vientos fuertes.

La llegada de la noche traerá un ligero descenso en la temperatura, hasta los 23°C, pero la actividad climática lejos de disminuir, se intensificará. La probabilidad de tormentas aumentará al 70%, extendiéndose a toda el área metropolitana, incluyendo los municipios más poblados. La presencia de relámpagos y truenos nos obligará a extremar precauciones.

Aunque el clima estará revuelto, una buena noticia es que la calidad del aire se mantendrá en niveles "buenos", según el Sistema de Monitoreo Ambiental de Nuevo León (SIMA). Respirar aire limpio, al menos, será un pequeño consuelo en medio de la tormenta.

El viento, por su parte, se mantendrá moderado, entre 10 y 20 km/h, pero con ráfagas que podrían alcanzar entre 30 y 50 km/h durante las tormentas. Estas ráfagas, combinadas con la lluvia, reducirán la visibilidad en las carreteras, por lo que se recomienda a los conductores manejar con extrema precaución.

Más allá de las molestias que puedan ocasionar, estas lluvias son una bendición para Nuevo León. Las autoridades esperan que la precipitación oscile entre 5 y 25 milímetros, una cantidad vital para la recarga de nuestras presas y mantos acuíferos, tan castigados por la sequía. Cada gota cuenta, y esta tormenta, aunque traiga truenos y relámpagos, es un respiro para nuestro estado. Mantengámonos informados y preparados.