Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Tragedia

12 de septiembre de 2025 a las 08:50

Abuela heroína fallece tras salvar a su nieta en Iztapalapa.

El eco del estallido aún resuena en la memoria colectiva de la Ciudad de México. La tarde del 10 de septiembre, el Puente de la Concordia se convirtió en escenario de una tragedia que ha conmovido a la nación. La explosión de una pipa de gas LP dejó una estela de dolor, pérdidas irreparables y historias de heroísmo que se abren paso entre las cenizas. Una de ellas, la de Alicia Matías Teodoro, ha trascendido como un faro de luz en medio de la oscuridad.

Alicia, con un instinto protector que solo una abuela puede comprender, ofrendó su propio cuerpo como escudo para resguardar a su nieta de dos años del infierno desatado. En medio del caos, las llamas y el estruendo, su único pensamiento fue la seguridad de su pequeña. Con un acto de amor inconmensurable, la abrazó con fuerza, creando una barrera humana contra la furia del fuego.

Un policía, testigo de la escena dantesca, se abalanzó hacia ellas para intentar rescatarlas de las garras de la muerte. Logró sacar a la bebé, cuya vida pendía de un hilo, pero Alicia, gravemente herida, quedó atrapada entre los escombros. A pesar de sus propias quemaduras, de la confusión y el dolor, su voz se alzó en medio del caos con una única súplica: "Primero la niña… sálvenla a ella".

Estas palabras, cargadas de un amor desgarrador, resonaron en los oídos del rescatista y se han grabado a fuego en el corazón de todos los que han conocido su historia. Alicia, con una valentía que sobrepasa cualquier límite, antepuso la vida de su nieta a la suya propia, demostrando la fuerza inquebrantable del amor familiar.

Su sacrificio no fue en vano. La pequeña, aunque con heridas considerables, sobrevivió gracias al abrazo protector de su abuela. Lamentablemente, la salud de Alicia se deterioró rápidamente debido a la gravedad de sus quemaduras. Tras una lucha titánica por aferrarse a la vida, falleció el 11 de septiembre, dejando un vacío inmenso en la vida de sus seres queridos y en el alma de una ciudad entera.

El testimonio del policía que la asistió revela un detalle aún más conmovedor: Alicia, producto del impacto, había perdido la memoria. No recordaba quién era, dónde estaba, ni siquiera reconocía a su propia nieta. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, un instinto primal, un amor incondicional, la impulsó a proteger a la pequeña con su propia vida.

La historia de Alicia Matías Teodoro ha trascendido las fronteras de la tragedia. Su nombre, repetido con admiración y respeto, se ha convertido en sinónimo de heroísmo. En redes sociales y medios de comunicación, se la recuerda como la “abuelita heroína”, un símbolo de la fuerza del espíritu humano, capaz de sobreponerse al dolor y al miedo para proteger a quienes amamos. Su legado, tejido con hilos de amor y sacrificio, permanecerá imborrable en la memoria colectiva, recordándonos que incluso en las situaciones más extremas, el amor puede florecer con una fuerza deslumbrante. En medio de la desolación, la historia de Alicia nos invita a reflexionar sobre la importancia de los lazos familiares, la valentía que nace del amor y el poder de la solidaridad en tiempos de adversidad. Su recuerdo, como una llama eterna, iluminará el camino de quienes buscan la esperanza en medio de la tragedia.

Fuente: El Heraldo de México