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11 de septiembre de 2025 a las 05:35
¿Tiempo en la relación? ¡Descúbrelo!
Imagina la escena: estás en tu sofá, compartiendo un momento agradable con tu pareja. De repente, como un rayo que cae del cielo despejado, escuchas esas palabras que te congelan la sangre: "Necesito tiempo". El mundo se detiene. ¿Qué significa eso? ¿Es el principio del fin? Un millón de preguntas te asaltan, mientras la incertidumbre te aprieta el pecho como una mano invisible. Nos ha pasado a muchos, a más de los que nos gustaría admitir. Creemos que navegamos en aguas tranquilas y, de pronto, nos encontramos en medio de una tormenta emocional. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué se esconde detrás de esa frase que, a menudo, se percibe como una sentencia de muerte para la relación?
La psicología, como un faro en la oscuridad, nos ofrece algunas respuestas. En ocasiones, ese "necesito tiempo" es un grito ahogado, un reflejo de una sobrecarga emocional. El estrés laboral, las presiones familiares, o incluso problemas personales no resueltos, pueden crear una bola de nieve que termina por desbordar el vaso. La persona se siente abrumada, necesita un respiro para recomponerse, para reencontrarse consigo misma. No se trata necesariamente de un rechazo hacia la pareja, sino de una necesidad vital de espacio para gestionar sus propias emociones.
Sin embargo, también es cierto que a veces esa petición esconde un mensaje más profundo, más doloroso. Como señala la psicóloga Silvia Congost, ese "necesito tiempo" puede ser una forma velada de decir "estoy mejor sin ti". Es una realidad que duele, pero que es importante afrontar con honestidad.
No obstante, no todo está perdido. Pedir tiempo no siempre es sinónimo de ruptura. Puede ser una oportunidad para reflexionar, para reevaluar la relación, para identificar qué funciona y qué no. Es un momento de introspección, tanto para quien lo pide como para quien lo recibe. Permite analizar las expectativas de cada uno, revisar la dinámica de la pareja y, en algunos casos, fortalecer los lazos. Es como pulsar el botón de pausa, para luego, con una nueva perspectiva, decidir si se le da al play o al stop.
Pero, ¿cómo distinguir entre una pausa necesaria y el preludio de una ruptura? La clave está en la comunicación. El Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP) advierte que la ambigüedad genera más ansiedad que la confrontación directa. Ese "necesito tiempo" sin una explicación clara, sin un plan, sin un compromiso de diálogo, se convierte en una tortura emocional. Es fundamental hablar, expresar las emociones, establecer límites y acuerdos. ¿Cuánto tiempo se necesita? ¿Cuál es el objetivo de este distanciamiento? ¿Cómo se mantendrá la comunicación durante este periodo? Estas son preguntas cruciales que deben ser abordadas con sinceridad y transparencia.
En definitiva, si tu pareja te pide tiempo, no te precipites a sacar conclusiones. Respira hondo, mantén la calma y busca el diálogo. Recuerda que no siempre es el final. Puede ser una oportunidad para reconstruir, para fortalecer la relación, para empezar de nuevo. Pero también puede ser el inicio del adiós. La clave está en la comunicación, en la honestidad y en la capacidad de afrontar la situación con realismo y madurez.
Fuente: El Heraldo de México