La segunda semana de la NFL arranca con un choque de titanes: los Green Bay Packers, invictos tras una actuación defensiva magistral, reciben a unos Washington Commanders que llegan con la moral alta tras su victoria inaugural. Si bien ambos equipos se presentan con un récord de 1-0, el duelo promete ser un auténtico test de fuego para ambos, y una oportunidad para demostrar si su arranque fulgurante es un espejismo o una sólida realidad.

El Lambeau Field volverá a ser testigo del poderío defensivo que los Packers desplegaron la semana pasada, anulando por completo a una ofensiva de los Detroit Lions que, recordemos, fue la más prolífica de la temporada anterior. La figura de Micah Parsons, más allá de sus estadísticas discretas (una tacleada y una captura), se erige como el catalizador de esta revitalizada defensa. Su liderazgo y energía contagian a sus compañeros, elevando el nivel de todo el equipo. Sin embargo, la sombra de la lesión de espalda que arrastra Parsons planea sobre Green Bay, una preocupación latente que podría tener consecuencias devastadoras si se agrava.

En el lado ofensivo, Jordan Love continúa demostrando su eficiencia a pesar de no contar con un cuerpo de receptores estrella. Su capacidad para distribuir el balón y involucrar a jóvenes talentos como Jayden Reed y Tucker Kraft ha sido clave en el éxito inicial de los Packers. La incógnita reside en si el novato Matthew Golden, primera ronda del draft, podrá finalmente dar el salto de calidad que se espera de él.

Los Commanders, por su parte, llegan a Green Bay tras una victoria contundente ante los New York Giants, un partido en el que su defensa brilló con luz propia, permitiendo únicamente dos goles de campo. No obstante, es importante matizar este triunfo, ya que los Giants cometieron el error de confiar en un Russell Wilson desdibujado en lugar del prometedor novato Jaxon Dart. El verdadero desafío para la defensa de Washington será contener el ataque terrestre de los Packers, liderado por el explosivo Josh Jacobs. La clave estará en encontrar el equilibrio defensivo para frenar la carrera sin dejar espacios aéreos a los receptores de Love.

El ataque de los Commanders, orquestado por Jayden Daniels, ha encontrado en Deebo Samuel a su socio ideal. La conexión entre ambos, tanto por aire como por tierra, será una de las armas principales de Washington. A ellos se suma el novato Jacory Croskey-Merritt, la revelación de la pretemporada, quien se ha ganado la titularidad por delante de Brian Robinson, y que estará respaldado por la veteranía y seguridad de Austin Ekeler en tercer down.

Las casas de apuestas dan como favoritos a los Packers, y no es de extrañar. Juegan en casa, tienen una plantilla más completa y, además, los Commanders no han logrado vencerles en Green Bay desde 1988. Sin embargo, la NFL es una liga impredecible, y los Commanders tienen argumentos suficientes para dar la sorpresa. Nos espera un partido apasionante, un choque de estilos que promete emociones fuertes hasta el último segundo. ¿Podrán los Commanders romper la maldición de Green Bay o los Packers confirmarán su candidatura al título? La respuesta, este domingo en el Lambeau Field.