
11 de septiembre de 2025 a las 07:20
Oaxaca en Querétaro: Arte Brillante
Sumérjanse en el vibrante mundo de Amador Montes, un artista oaxaqueño que, con más de 25 años de trayectoria, ha logrado entrelazar la tradición con la innovación, la emoción con la materia. Su obra, un crisol de experiencias, nos invita a recorrer los paisajes de su memoria, desde la Oaxaca que lo vio nacer en 1975 hasta las influencias internacionales que nutren su visión. Imaginen la riqueza de su paleta, la textura de sus lienzos, la fuerza de sus esculturas en bronce, cerámica y madera. Montes no se limita a una sola forma de expresión, sino que explora, experimenta, se atreve a desafiar los límites de la forma y el material. Su arte es un diálogo constante, una búsqueda incesante que se plasma en cada trazo, en cada composición.
La exposición "Oaxaca, el color de la tierra", actualmente en el Club de Industriales de Querétaro, gracias a la Galería M-108, nos brinda la oportunidad única de contemplar la evolución de este maestro. Obras como "De la serie Estambul IV", "Nada es permanente" y "De la serie Tiempos difíciles V" nos revelan la complejidad de su universo creativo. No son simples piezas estáticas, sino portales a la introspección, a la reflexión sobre la fugacidad de la vida, la resiliencia ante la adversidad y la búsqueda constante de significado. Observen cómo la plata baña el bronce, cómo las técnicas mixtas sobre tela cobran vida propia, cómo la materia se transforma en emoción palpable.
Esta muestra, que comparte espacio con gigantes del arte oaxaqueño como Rodolfo Nieto, Francisco Toledo, Alejandro Santiago y Sergio Hernández, es un testimonio de la vitalidad y la diversidad del arte contemporáneo mexicano. Roberto González, director de la Galería M-108, describe con precisión la importancia de esta colección, que reúne a artistas disruptivos, singulares, figuras clave en el panorama artístico nacional e internacional. No se trata solo de admirar la belleza de las obras, sino de comprender el contexto histórico y cultural que las envuelve. Es una invitación a sumergirse en las distintas etapas del arte oaxaqueño, desde sus raíces más profundas hasta sus expresiones más vanguardistas.
En las obras de Amador Montes, lo íntimo y lo colectivo se entrelazan, creando una danza de contrastes entre lo efímero y lo permanente. Cada pieza es una ventana al alma del artista, un reflejo de sus recuerdos, sus viajes, sus transformaciones. "Nada es permanente" nos recuerda la naturaleza cambiante de la existencia, mientras que las series recientes nos hablan de la fuerza interior que nos permite afrontar los momentos difíciles. "Estambul IV", por su parte, expande los horizontes de su arte, explorando la tridimensionalidad y la presencia física de la escultura.
El hecho de que estas obras formen parte de una colección privada abierta al público en Querétaro democratiza el acceso al arte y nos invita a participar en un diálogo enriquecedor con la creación contemporánea oaxaqueña. Es una oportunidad invaluable para conectar con la sensibilidad de un artista que ha dedicado su vida a explorar las profundidades del ser humano y a plasmarlas en obras que trascienden el tiempo y el espacio. No se pierdan la oportunidad de experimentar la magia del arte de Amador Montes, un artista que nos recuerda que la verdadera belleza reside en la aceptación de la fluidez, la incertidumbre y la constante transformación.
Fuente: El Heraldo de México