El aroma a tailgate invade los domingos. El sonido del himno nacional resonando en estadios repletos. La emoción palpable en cada jugada. La NFL ha vuelto, y con ella, la pasión de millones. No importa si eres un veterano analista o un novato que apenas descubre la magia del emparrillado, la temporada 2025 promete ser una montaña rusa de emociones. Desde el primer kickoff, la intensidad se ha apoderado de la liga. Vimos duelos electrizantes como el de Bills contra Ravens, un auténtico festival de puntos que nos dejó sin aliento hasta el último segundo. Josh Allen, con una actuación memorable, demostró por qué es considerado uno de los quarterbacks élite de la liga, liderando a su equipo a una victoria agónica. Pero no podemos olvidar la brillantez de Lamar Jackson, quien a pesar de la derrota, brilló con luz propia.

Este partido es solo una muestra de la paridad que se espera en esta temporada. Divisiones como la Este y Norte de la Conferencia Americana se presentan como auténticos campos de batalla, donde cada semana será una lucha sin cuartel. Bills, Dolphins, Patriots y Jets, en el Este, prometen una rivalidad feroz, mientras que Ravens, Bengals, Browns y Steelers, en el Norte, nos regalarán duelos de alto voltaje con Aaron Rodgers buscando revitalizar a los Steelers. La Conferencia Nacional no se queda atrás. El Este, con Cowboys, Giants, Eagles y Commanders, se perfila como el más competitivo. Dak Prescott, bajo la constante presión de Dallas, deberá demostrar su valía. Russell Wilson, con un equipo reforzado, buscará recuperar su mejor versión. Jalen Hurts, con la mira puesta en el bicampeonato, tiene las armas para lograrlo. Y la joven promesa Jayden Daniels, en Washington, buscará consolidarse como una estrella en ascenso.

La lucha por el MVP promete ser apasionante. Jugadores de la talla de Christian McCaffrey, Lamar Jackson, Justin Jefferson, Ja'Marr Chase, Patrick Mahomes, Saquon Barkley, Joe Burrow, Jalen Hurts y el propio Josh Allen, se perfilan como los principales candidatos para llevarse el galardón. Cada touchdown, cada yarda ganada, cada intercepción, será crucial en la carrera por el premio individual más codiciado de la liga.

Pero más allá de las estadísticas y los récords, la NFL es mucho más que un deporte. Es una experiencia que se vive con intensidad, compartiendo la emoción con amigos y familiares. Es la adrenalina de un touchdown en el último segundo, la angustia de una derrota por la mínima, la alegría de un triunfo inesperado. Es la camaradería, la rivalidad, la pasión desbordada. Es la ilusión de ver a tu equipo levantar el trofeo Vince Lombardi. La NFL ha regresado, y con ella, la esperanza renovada de un nuevo campeón.

Por Mariano Torres

Colaborador

@MARIANOTORRESH

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