
11 de septiembre de 2025 a las 04:30
Justicia: Capturado tras intento de asfixia
La sombra de la justicia finalmente alcanzó a Enrique “N”. Dos años. Dos largos años creyendo haber escapado a las consecuencias de sus actos. Dos años respirando la falsa libertad que le ofrecían los cientos de kilómetros que lo separaban de la Ciudad de México, de Azcapotzalco, de la joven cuya vida marcó con violencia. Pero la justicia, aunque a veces lenta, no olvida. Y en la colonia Los Gavilanes, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, el pasado se materializó en forma de esposas.
El eco de aquel 17 de diciembre de 2023 resonó con fuerza en el operativo que culminó con su captura. Un operativo que representa no solo el triunfo de la ley, sino también la esperanza para la víctima y un mensaje contundente para quienes creen poder evadir las responsabilidades de sus acciones. Recordemos los hechos: la colonia Presidente Madero, un domicilio cualquiera, la irrupción de la violencia en la vida de una adolescente. Un ataque brutal, un brazo rodeando su cuello, cortándole la respiración, las palabras amenazantes susurradas al oído, el terror invadiéndolo todo. Imaginen la angustia, la desesperación de esa joven luchando por su vida, por su futuro.
Tras la agresión, la huida. Enrique “N” desapareció, dejando atrás el peso de su acto, la cicatriz imborrable en la vida de su víctima. Cruzó fronteras, quizás cambiando de nombre, de apariencia, intentando borrar su pasado. Pero las heridas, tanto físicas como emocionales, no se borran con facilidad. Y la denuncia, valiente y decidida, de la joven a su madre, activó la maquinaria de la justicia. Un proceso lento, minucioso, que requirió la colaboración entre la Fiscalía General del Estado de Jalisco y la de la Ciudad de México. Un trabajo conjunto que demostró que las fronteras geográficas no son impedimento para la búsqueda de la verdad y la aplicación de la ley.
La investigación, un entramado de pistas, seguimientos y análisis, finalmente dio sus frutos. Se logró ubicar a Enrique “N” en Jalisco, donde se escondía bajo el anonimato que le ofrecía la distancia. Pero la red de la justicia se cerró a su alrededor, y la aprehensión se llevó a cabo sin incidentes. Ahora, trasladado de vuelta a la capital, enfrentará las consecuencias de sus actos ante el juzgado que lo requería.
Este caso nos recuerda la importancia de la denuncia, la valentía de las víctimas que alzan la voz y la perseverancia de las instituciones en la búsqueda de la justicia. Es una victoria para la sociedad, una muestra de que la impunidad no es una opción y que, tarde o temprano, la verdad prevalece. El proceso legal continuará, y será el juzgado quien determine la sentencia. Pero la captura de Enrique “N” representa un paso crucial en la búsqueda de justicia para la joven que sufrió su violencia, y una advertencia para todos aquellos que creen poder escapar de las consecuencias de sus actos.
Fuente: El Heraldo de México