11 de septiembre de 2025 a las 12:30
Halcón II: México conquista el espacio
La industria aeronáutica mexicana alza el vuelo con el Halcón II, una joya de la ingeniería nacional que promete no solo surcar los cielos, sino también impulsar la economía y el prestigio del país. Tras once años de arduo trabajo, diseño e innovación, este biplaza 100% mexicano ha recibido la certificación que le permitirá desplegar sus alas tanto en el mercado nacional como en el internacional. Imaginen la escena: el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a bordo de esta maravilla tecnológica, experimentando de primera mano el fruto del ingenio mexicano. Un vuelo corto, sí, pero cargado de simbolismo, un vuelo que representa el despegue de una nueva era para la aviación en México.
No se trata solo de un avión, se trata de un testimonio palpable de la capacidad y el talento que reside en nuestro país. Ingenieros mexicanos, liderados por Giovanni Angelucci, han dado vida a un proyecto que comenzó como un sueño en 2014 en Celaya, Guanajuato, y que hoy se convierte en una realidad tangible. Escuelas, profesionales, instituciones, todos unidos en un esfuerzo conjunto para demostrar que en México se puede, que México innova, que México construye su futuro. Y no solo eso, lo construye con calidad, con tecnología de punta y con un enfoque en la eficiencia.
El Halcón II no solo es un avión hecho en México, es un avión pensado para México. Su motor Rotex, de cuatro cilindros opuestos y 141 caballos de fuerza, junto con su hélice de tres palas, le permite alcanzar una altura considerable, mientras que su funcionamiento con gasolina premium reduce drásticamente los costos de operación. Imaginen: volar por un costo cuatro veces menor que el promedio del mercado. Una ventaja competitiva innegable que abre un abanico de posibilidades para escuelas de aviación, empresas de turismo, e incluso particulares.
La visión del Secretario Ebrard es clara: impulsar la industria nacional, fortalecer las empresas, promover la innovación y reducir la dependencia de las importaciones. El Halcón II se convierte así en un estandarte de esta visión, un ejemplo concreto de cómo la inversión en tecnología y desarrollo puede generar no solo productos de alta calidad, sino también empleos, crecimiento económico y orgullo nacional. Con la producción de esta aeronave, México se encamina a consolidar su posición en la industria aeronáutica global, con la ambiciosa meta de entrar al top 10 de los países productores.
El espectáculo aéreo que ofreció el capitán Javier Barbosa en el AIFA, con sus impresionantes acrobacias, fue la cereza del pastel, una demostración de la potencia y la maniobrabilidad del Halcón II. Loops, barriles, piruetas que dejaron al público boquiabierto, confirmando que esta aeronave no solo es eficiente, sino también emocionante. Un producto mexicano que no tiene nada que envidiar a los internacionales, un producto que nos invita a soñar con un futuro en el que México sea reconocido como un referente en la industria aeronáutica mundial. Un futuro que, gracias al Halcón II, ya está comenzando a despegar.
Fuente: El Heraldo de México