Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Crimen

11 de septiembre de 2025 a las 13:55

Exconvicto incendia casa tras pedir cargar celular

La tranquilidad del vecindario de Bellerose, en Queens, se vio brutalmente interrumpida por un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad. Un doble homicidio, seguido de un incendio intencional, ha dejado a los vecinos consternados y con una profunda sensación de inseguridad. Las víctimas, Frank y Maureen Olton, una pareja de ancianos de 76 y 77 años respectivamente, fueron encontrados sin vida en su hogar en la calle 254. La tragedia, que se desarrolla como una película de suspenso, ha puesto en alerta a las autoridades, quienes han intensificado la búsqueda del principal sospechoso: Jamel McGriff, un exconvicto de 42 años con un largo historial delictivo.

La historia comienza con una aparente petición de ayuda. McGriff, según las investigaciones preliminares, se acercó a la residencia de los Olton con la excusa de necesitar cargar su teléfono celular. Un gesto de amabilidad, tan común en comunidades unidas, se convirtió en la puerta de entrada a una pesadilla. Las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia muestran a McGriff entrando a la casa y, lo más escalofriante, saliendo cinco horas después cargando dos bolsas negras. Un intervalo de tiempo que, según las autoridades, fue suficiente para cometer el doble homicidio y preparar el incendio que intentaría borrar las evidencias.

La llegada de los bomberos confirmó las peores sospechas. El incendio no fue accidental, sino deliberadamente provocado. Un intento desesperado por ocultar un crimen atroz que, sin embargo, no ha hecho más que alimentar la indignación y el clamor por justicia. El perfil de McGriff, un individuo con un pasado delictivo que se remonta a su adolescencia, añade una capa de complejidad y preocupación al caso. Su historial, marcado por arrestos y condenas previas, lo convierte en un individuo considerado armado y peligroso.

La investigación ha tomado un giro aún más inquietante con la revelación de un intento de robo en Manhattan, perpetrado por McGriff tan solo una hora después del doble homicidio. Esta acción, a escasos kilómetros de la escena del crimen, sugiere una frialdad y una audacia que han dejado perplejos a los investigadores. La última pista sobre su paradero lo sitúa en El Bronx, intentando vender teléfonos en una casa de empeño. Su vestimenta, descrita con detalle por las autoridades – gorra y chaqueta negra, jeans azules y zapatillas negras – se ha convertido en la clave para su identificación y captura.

La comunidad de Bellerose, sumida en el dolor y la incertidumbre, espera con ansias el desenlace de esta historia. La captura de Jamel McGriff no solo traerá un poco de paz a las familias afectadas, sino que también restaurará la sensación de seguridad que se ha perdido en este tranquilo rincón de Queens. Mientras tanto, la sombra de la tragedia se cierne sobre el vecindario, un recordatorio constante de la fragilidad de la vida y la importancia de la justicia. Las autoridades hacen un llamado a la colaboración ciudadana, instando a cualquier persona que tenga información sobre el paradero de McGriff a que se ponga en contacto con la policía de inmediato. La búsqueda continúa, y la esperanza de que la justicia prevalezca se mantiene viva en el corazón de la comunidad.

Fuente: El Heraldo de México