La tragedia ocurrida en el Puente de la Concordia en Iztapalapa ha dejado una profunda cicatriz en la Ciudad de México. La explosión de una pipa de gas, ocurrida la tarde del miércoles 10 de septiembre, no sólo ha cobrado la vida de tres personas, sino que también ha dejado un saldo de 70 heridos, entre los que se encuentra una estudiante de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La noticia, que ha conmocionado a la comunidad universitaria y a la sociedad en general, nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad en momentos de crisis. Mientras las autoridades continúan investigando las causas del accidente y trabajando en las labores de rescate y atención a las víctimas, la UNAM ha confirmado que se encuentra en contacto directo con la familia de la estudiante lesionada.

En un comunicado emitido por la FES Cuautitlán, se ha expresado el profundo pesar de la institución por lo sucedido y se ha reiterado el compromiso de brindar todo el apoyo necesario a la estudiante y a sus familiares. La universidad ha puesto a su disposición recursos médicos, psicológicos y legales, con el objetivo de acompañarles en este difícil proceso. Si bien la identidad de la estudiante se mantiene en reserva por respeto a su privacidad y a la de su familia, la comunidad universitaria se ha unido en una cadena de solidaridad, enviando mensajes de apoyo y esperanza.

Este lamentable suceso nos invita a reflexionar sobre la importancia de la prevención y la seguridad en el manejo de materiales peligrosos. Es fundamental que las autoridades implementen medidas más rigurosas para garantizar que incidentes como este no se repitan. Asimismo, es crucial que la ciudadanía se mantenga informada y tome las precauciones necesarias para protegerse en situaciones de riesgo.

La FES Cuautitlán, en colaboración con otras instancias de la UNAM, se encuentra organizando una serie de actividades para recaudar fondos y apoyar a las víctimas de la explosión. Se han habilitado centros de acopio para recibir donativos en especie, como alimentos, ropa y artículos de higiene personal. Además, se están planeando eventos culturales y deportivos para sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la solidaridad y la ayuda mutua.

En estos momentos de dolor e incertidumbre, es fundamental que la sociedad se una para brindar apoyo a quienes más lo necesitan. La tragedia del Puente de la Concordia nos recuerda que la vida es un regalo preciado que debemos valorar y proteger. Juntos, podemos superar esta difícil prueba y construir un futuro más seguro para todos. La UNAM se mantiene firme en su compromiso de acompañar a su comunidad y de trabajar por un México más justo y solidario.