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11 de septiembre de 2025 a las 04:05
Embarazada agredida en Oaxaca: Capturan al culpable
La violencia no conoce de límites, ni siquiera respeta la cuna de la vida que se gesta en el vientre materno. Un escalofriante caso sacude a la comunidad de Santa Cruz Amilpas, Oaxaca, donde la promesa de amor y protección se transformó en una pesadilla de agresiones para una mujer embarazada. La Fiscalía General del Estado ha revelado detalles que estremecen la conciencia: J.A.V.V., el hombre que debía ser su refugio, se convirtió en su agresor. No una, sino dos veces, en días consecutivos, este individuo desató su furia contra la mujer que llevaba en su vientre a su propio hijo, un ser indefenso de apenas ocho semanas de gestación.
Imaginen el terror, la desesperación de esta mujer, atrapada en un ciclo de violencia en el lugar que debería ser su santuario. El 25 y 26 de agosto de 2025, las paredes de su hogar en la colonia Llano Verde fueron testigos silenciosos del horror. Primero, los insultos, las palabras hirientes como dagas que laceraban su alma. Luego, los golpes, la brutalidad física que ponía en riesgo no solo su vida, sino también la de la frágil vida que crecía en su interior.
Afortunadamente, el coraje y el instinto de supervivencia la impulsaron a escapar. Tras la última agresión, con el cuerpo dolorido y el espíritu quebrantado, logró huir y buscar refugio en casa de una vecina, un ángel guardián que le brindó la seguridad y el apoyo que tanto necesitaba. Fue esta vecina quien, con empatía y valentía, la animó a alzar la voz, a romper el silencio y denunciar la barbarie que había sufrido.
Gracias a la rápida actuación de la policía municipal, J.A.V.V. fue detenido y presentado ante el Ministerio Público. La justicia, aunque a veces lenta, comienza a tomar su curso. Un juez ha dictado vinculación a proceso contra el agresor por el delito de violencia de pareja, imponiéndole la medida cautelar de prisión preventiva justificada. Un mes. Ese es el plazo que se ha otorgado para el cierre de la investigación complementaria, un tiempo crucial para recopilar todas las pruebas necesarias y asegurar que este individuo pague por sus actos.
Este caso nos conmueve profundamente y nos obliga a reflexionar sobre la persistencia de la violencia de género en nuestra sociedad. Es un llamado urgente a redoblar esfuerzos en la prevención, atención y erradicación de este flagelo. No podemos permitir que más mujeres, y menos aún mujeres embarazadas, vivan bajo el yugo del terror. Es necesario fortalecer las redes de apoyo, brindar acompañamiento psicológico y legal a las víctimas, y sobre todo, educar en la igualdad y el respeto para construir una sociedad donde la violencia no tenga cabida.
La historia de esta mujer, aunque dolorosa, también es un testimonio de resiliencia y esperanza. Su valentía al denunciar a su agresor es un ejemplo para todas aquellas que sufren en silencio. No están solas. Hay ayuda disponible. Romper el silencio es el primer paso hacia la libertad. Y la justicia, aunque a veces tarde, llegará.
Qué podemos hacer como sociedad para prevenir estos casos? ¿Cómo podemos apoyar a las víctimas y asegurar que reciban la justicia que merecen? La reflexión es necesaria y la acción es urgente. No podemos ser indiferentes ante el sufrimiento ajeno. El futuro de nuestras familias y de nuestra sociedad depende de ello.
Fuente: El Heraldo de México