¡El infierno se desató en el Harp Helú! Los Diablos Rojos del México tomaron la delantera en la Serie del Rey con una victoria electrizante de 8-4 sobre los Charros de Jalisco. Un inicio demoledor, con un rally de siete carreras en los dos primeros episodios, dejó atónitos a los tapatíos y encendió la euforia de los más de 21 mil aficionados que abarrotaron el estadio. La afición escarlata, ansiosa por un bicampeonato que no se saborea desde hace 15 años, vibró con cada batazo, con cada carrera, con cada out.

Desde el primer lanzamiento, los Diablos mostraron su artillería. Allen Córdoba, con un doblete oportuno, inauguró la pizarra. Julián Ornelas, con un roletazo productor, amplió la ventaja. Y la explosión llegó con el cuadrangular solitario de José Marmolejos que puso el 3-0, desatando la locura en las gradas.

Pero la fiesta roja apenas comenzaba. En el segundo inning, los Pingos volvieron a la carga con un rally de cuatro carreras. Carlos Sepúlveda, Robinson Canó y nuevamente Julián Ornelas, con un imparable de dos carreras, castigaron sin piedad al abridor de los Charros, Luis Payán, quien no pudo contener la furia escarlata y tuvo que abandonar el montículo prematuramente.

Ricardo Pinto, abridor de los Diablos, cumplió con una sólida actuación, manteniendo a raya a la ofensiva tapatía durante cuatro entradas y dos tercios. Si bien Jalisco logró reaccionar con un cuadrangular solitario de Willie Calhoun y un oportuno doblete de Mallex Smith que produjo dos carreras, acortando la distancia a 7-4, la ventaja construida por los locales en el arranque del juego resultó determinante.

A pesar del susto, los Diablos no se conformaron y en la octava entrada agregaron una carrera más a su cuenta, sellando la victoria y dejando la pizarra final en 8-4. El ambiente en el estadio era una mezcla de júbilo y tensión, conscientes de que la serie apenas comienza.

La reacción de los Charros, aunque tardía, demostró la garra y el espíritu combativo que los llevó a la final, eliminando a rivales de peso como los Sultanes de Monterrey. La serie se traslada ahora a Guadalajara, donde los Charros tendrán tres juegos en casa y la oportunidad de revertir la situación. El segundo juego, pactado para este jueves, promete ser un duelo de alto voltaje, con ambos equipos buscando la victoria que los acerque al anhelado título. ¿Podrán los Charros recuperarse en su terreno o los Diablos mantendrán el dominio? La afición al beisbol está expectante, lista para disfrutar de un espectáculo deportivo de primer nivel. ¡Que comience la batalla!