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11 de septiembre de 2025 a las 09:20

Destapa la ruta del robo vehicular

La lucha contra el robo de vehículos y autopartes en la Ciudad de México se intensifica. No se trata solo de cifras, sino del impacto directo en el patrimonio de los ciudadanos y las empresas. Imaginen la frustración, la impotencia de perder un bien tan preciado, el resultado de años de trabajo y esfuerzo. Por eso, las autoridades capitalinas han unido fuerzas, trabajando en coordinación con instancias federales como la Secretaría de la Defensa, la Marina, la Guardia Nacional y la OCRA, para combatir esta plaga.

Los resultados, aunque preliminares, son alentadores. Una disminución del 57% en los robos de vehículos de enero a julio de este año, comparado con las cifras de 2019, nos muestra que la estrategia está dando frutos. Pasar de un promedio de 37 robos diarios a 16 es un avance significativo, pero no podemos bajar la guardia. Detrás de cada uno de estos números hay una historia, una víctima que ha sufrido una pérdida. Nuestro compromiso es seguir trabajando para que estas cifras continúen a la baja.

El reciente aseguramiento de 408 toneladas de autopartes ilícitas en la alcaldía Cuauhtémoc es un golpe contundente a las redes criminales que operan en la ciudad. Dos personas fueron detenidas por encubrimiento por receptación, un delito clave en esta cadena delictiva. Muchos se preguntarán, ¿por qué encubrimiento por receptación y no robo? La diferencia radica en la participación directa en el robo. El encubrimiento se da después del robo, cuando alguien, a sabiendas de su procedencia ilícita, adquiere, posee, vende o incluso oculta estas autopartes. Es un eslabón crucial que permite a los criminales lucrar con el producto del robo.

Atacar este punto de la cadena es fundamental. Imaginen una red de robo de vehículos: los que roban, los que desmantelan, los que venden las piezas… Si cortamos el flujo en la venta de autopartes, dificultamos la operación completa. Es como secar el río para que los peces mueran. Sin la posibilidad de vender las piezas robadas, el robo en sí se vuelve menos rentable.

La investigación no se detiene aquí. El robo es el hilo conductor que nos lleva a desmantelar estas redes criminales. Las órdenes de cateo, las detenciones en flagrancia, son herramientas que nos permiten recuperar lo robado y llevar a los responsables ante la justicia. Es un trabajo complejo, que requiere de precisión y coordinación. No siempre se pueden ejecutar todas las órdenes de aprehensión de inmediato, pero cada detención, cada pieza recuperada, es una victoria en esta lucha.

Es importante entender que se trata de un proceso. A veces, las detenciones en flagrancia nos dan el tiempo necesario para recopilar más pruebas, para fortalecer los casos y asegurar que los responsables paguen por sus delitos. Este es un compromiso de todos: autoridades, ciudadanos, trabajando juntos para construir una ciudad más segura. La lucha contra el robo de vehículos y autopartes es una batalla que estamos decididos a ganar.

Fuente: El Heraldo de México