El estruendo de la fiesta: cómo proteger a tu mejor amigo de la pirotecnia en estas Fiestas Patrias

Las luces multicolores que pintan el cielo nocturno, la música que llena las calles y la algarabía general que se respira en el aire… Septiembre es sinónimo de celebración, de orgullo patrio y de reencuentro. Sin embargo, lo que para nosotros es una fiesta, para nuestros compañeros caninos puede convertirse en una auténtica pesadilla. La pirotecnia, con su estruendo repentino e impredecible, desata en muchos perros un torbellino de miedo y ansiedad que puede manifestarse de diversas formas, desde temblores y jadeos hasta intentos desesperados de escape. Sus sensibles oídos, mucho más agudos que los nuestros, perciben cada explosión con una intensidad amplificada, convirtiendo la alegría festiva en un suplicio.

Si bien cada perro reacciona de manera diferente, la sensibilidad auditiva canina es un hecho innegable. Imaginen percibir un sonido a un volumen varias veces superior al que nosotros consideramos normal. Esa es la realidad que experimentan nuestros amigos peludos durante los festejos patrios. Los ladridos incesantes, los gemidos lastimeros y la inquietud constante son señales inequívocas de que algo no anda bien. Incluso, perros que normalmente son tranquilos y equilibrados pueden mostrar comportamientos inusuales, como esconderse, volverse destructivos o incluso mostrar agresividad debido al pánico.

Ante esta situación, preparar el hogar para convertirlo en un refugio seguro se vuelve crucial. No se trata simplemente de cerrar puertas y ventanas. Debemos pensar en crear un ambiente que les transmita calma y seguridad. Una habitación aislada del ruido exterior, con cortinas gruesas que atenúen la luz y los destellos, puede marcar la diferencia. Añadir música suave, sonidos de la naturaleza o incluso ruido blanco puede ayudar a enmascarar los estallidos de la pirotecnia. Un rincón acogedor con su manta favorita, juguetes que lo distraigan y algún premio especial pueden convertir ese espacio en su santuario particular.

Más allá de las medidas ambientales, existen otras estrategias que pueden aliviar la ansiedad de nuestras mascotas. El Tellington TTouch, una técnica basada en toques suaves y movimientos circulares, ha demostrado ser eficaz para relajar a los animales y fortalecer el vínculo con sus dueños. Imaginen la tranquilidad que puede transmitir una caricia suave y contenedora en medio del caos. Esta técnica no solo ayuda a reducir la ansiedad, sino que también refuerza el sentimiento de seguridad y protección que el perro necesita en esos momentos.

La compañía también es fundamental. Nuestros perros nos buscan como fuente de seguridad y consuelo. Permanecer a su lado, especialmente durante los momentos de mayor intensidad de la pirotecnia, puede marcar la diferencia. Sin embargo, es importante evitar caer en la sobreprotección. Abrazarlos y acariciarlos excesivamente cuando están asustados puede, paradójicamente, reforzar su miedo. Lo ideal es transmitirles calma y seguridad a través de nuestra propia actitud.

En casos extremos, donde el miedo se transforma en pánico y el perro presenta síntomas como convulsiones, autolesiones o una ansiedad incontrolable, es fundamental buscar la ayuda de un profesional. Un veterinario especializado en etología canina podrá evaluar la situación y recomendar el tratamiento más adecuado, que puede incluir desde terapias de modificación de conducta hasta medicación específica. Tener a mano el contacto de un especialista durante las fiestas patrias nos permitirá actuar con rapidez en caso de ser necesario.

Recordemos que las Fiestas Patrias son una celebración de nuestra identidad y nuestras tradiciones. Hagamos que esta celebración sea también una muestra de nuestro amor y respeto por nuestros compañeros animales, brindándoles la protección y el cuidado que necesitan para transitar estos días con tranquilidad.