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12 de septiembre de 2025 a las 00:35

Alerta: Depresión Tropical amenaza Guerrero y Oaxaca

La amenaza de la recién formada Depresión Tropical Trece-E se cierne sobre el Pacífico mexicano, poniendo en alerta máxima a las costas de Guerrero y Oaxaca. Imaginen las olas embravecidas golpeando la costa con una fuerza inusitada, alcanzando hasta 3 metros de altura. El rugido del viento, con rachas de hasta 75 km/h, azotando las palmeras y silbando entre los edificios, un preludio de la furia de la naturaleza que se avecina. El cielo, usualmente azul y radiante, se oscurece con nubarrones densos y amenazantes, presagiando las lluvias torrenciales que descargarán entre 75 y 150 milímetros de agua sobre la tierra sedienta, una cantidad capaz de inundar calles y desbordar ríos en cuestión de horas.

Las autoridades, conscientes del peligro inminente, han emitido alertas a la población, instando a la precaución y a la preparación. La Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), monitorea constantemente la trayectoria de la depresión tropical, actualizando la información minuto a minuto para mantener a la población informada. La incertidumbre se palpa en el aire, mientras la depresión, actualmente a 95 kilómetros al sur-suroeste de Punta Maldonado y a 195 kilómetros al sureste de Acapulco, se desplaza lentamente hacia el oeste-noroeste, como una bestia acechando a su presa.

Las familias que viven en zonas vulnerables se preparan para lo peor. Aseguran sus viviendas, reúnen provisiones y se mantienen al tanto de las noticias. La pesca, una de las principales actividades económicas de la región, se ve interrumpida, los pescadores se ven obligados a guardar sus embarcaciones y esperar a que pase la tormenta. El turismo, otro pilar de la economía local, también se resiente, con cancelaciones de reservas y playas desiertas.

Más allá de la inmediatez de la amenaza, se vislumbra la posibilidad de consecuencias más graves: deslaves en las zonas montañosas, inundaciones en las zonas bajas, árboles derribados y cortes en el suministro eléctrico. La fuerza del viento, combinada con la saturación del suelo por las lluvias, podría provocar deslizamientos de tierra, poniendo en riesgo la vida de quienes habitan en las laderas. Las inundaciones, por su parte, podrían arrasar con viviendas y cultivos, dejando a su paso un panorama desolador.

La solidaridad se convierte en un bálsamo en medio de la incertidumbre. Vecinos se ayudan mutuamente, compartiendo información y recursos. Las autoridades locales activan protocolos de emergencia, preparando albergues y disponiendo de personal para atender a la población afectada. La esperanza se mantiene viva, a pesar de la adversidad. La resiliencia de la gente de la costa, curtida por años de enfrentar los embates de la naturaleza, se pone a prueba una vez más. Mientras la Depresión Tropical Trece-E continúa su trayectoria, la costa del Pacífico mexicano se prepara para afrontar el desafío, con la firme convicción de que, una vez más, saldrá adelante.

Fuente: El Heraldo de México