
11 de septiembre de 2025 a las 03:10
Adiós al viejo hospital: Tlatelolco se renueva
El polvo se levanta en Tlatelolco, no como un fantasma del pasado, sino como la promesa de un futuro más saludable. La demolición del antiguo hospital “Dr. Gonzalo Castañeda” del ISSSTE avanza a paso firme, un proceso meticuloso que, como un artesano tallando una fina escultura, va desmantelando pieza por pieza la vieja estructura para dar paso a una obra maestra de la medicina moderna. Imagine la escena: grúas imponentes que se alzan contra el cielo, operarios trabajando con precisión milimétrica, cada movimiento calculado para minimizar el impacto en la vibrante vida de la zona. No se trata solo de derribar muros, se trata de construir esperanza.
El 20% de avance no es solo una cifra fría, es el reflejo del compromiso del ISSSTE con sus derechohabientes. Cada porcentaje representa un paso más cerca de la nueva unidad médica, un espacio donde la salud dejará de ser un anhelo para convertirse en una realidad tangible para más de 100 mil personas. Visualice consultorios modernos equipados con la última tecnología, quirófanos de vanguardia donde manos expertas devolverán la salud y la esperanza, y pasillos luminosos que acogerán a quienes buscan alivio y bienestar.
La demolición del Edificio C, completada al 100%, y el avance en el Edificio B, son hitos que marcan el ritmo constante de este ambicioso proyecto. No es una tarea sencilla, derribar un hospital en una zona densamente poblada como Tlatelolco requiere una planificación minuciosa y una ejecución impecable. La presencia permanente de personal de protección civil no es solo una medida de seguridad, es la garantía de que el bienestar de los vecinos, transeúntes y trabajadores es la prioridad absoluta. El ISSSTE no solo construye un hospital, construye confianza.
Más allá del polvo y el ruido propio de una obra de esta magnitud, se respira un aire de renovación. Las acciones de limpieza y control de plagas no son simples detalles, son la muestra del respeto del ISSSTE por la comunidad. Se está creando un entorno seguro y ordenado, un espacio donde la salud florezca, literal y metafóricamente. Los 44 millones de pesos invertidos en la demolición no son un gasto, son una inversión en el futuro de la salud pública.
La segunda etapa, la construcción de la nueva unidad médica, se vislumbra en el horizonte como un faro de esperanza. No será simplemente un reemplazo del antiguo hospital, será un centro de atención médica de primer nivel, con especialidades que responden a las necesidades específicas de la población. La atención asertiva, basada en la dinámica demográfica y epidemiológica, se traducirá en diagnósticos más precisos y tratamientos más efectivos. El ISSSTE no solo cura enfermedades, construye un futuro más saludable para la zona norte de la Ciudad de México.
En Tlatelolco, el futuro de la salud se construye sobre los cimientos del pasado. El polvo que hoy se levanta, mañana se asentará para dar paso a un nuevo horizonte de bienestar.
Fuente: El Heraldo de México