La tensión se palpa en el aire dentro de La Casa de los Famosos México. La reciente gala de nominación ha dejado a siete habitantes en la cuerda floja, y la cena posterior, lejos de ser un remanso de paz, se ha convertido en un hervidero de emociones y aclaraciones. La sombra de la manipulación planea sobre el Cuarto Noche, y Aarón Mercury ha decidido plantarse con firmeza para defender a su compañero Alexis Ayala.

Shiky Clement, con la veteranía que le otorgan sus años en el mundo del espectáculo, ha vuelto a insistir en la idea de Alexis como una suerte de “entrenador” del Cuarto Noche, un estratega que mueve los hilos desde la sombra. Sus palabras, cargadas de significado, han resonado en la mesa: “Es un entrenador que los está entrenando… Los consejos que les da son porque sabe de la vida, porque tiene su colmillo”. Una afirmación que dibuja a Alexis como una figura influyente, capaz de moldear las decisiones de sus compañeros.

Sin embargo, Aarón Mercury no ha tardado en replicar, con una vehemencia que denota la importancia del asunto. El joven influencer ha salido en defensa de Alexis, negando rotundamente cualquier tipo de manipulación. "He aprendido no sólo de Alexis Ayala, también de Abelito, Aldo, Elaine y ustedes", ha declarado, repartiendo el mérito del aprendizaje entre todos sus compañeros y desmontando la imagen de Alexis como único mentor. "Cada quien tiene su criterio propio, cada quien toma sus decisiones y consecuencias. No somos niños de 5 años como para que alguien nos manipule", ha sentenciado con contundencia.

El debate, lejos de apaciguarse, ha continuado. Shiky, aferrado a su percepción, ha reiterado su punto de vista: "Los está entrenando, está sabiendo hacer las cosas". Pero Aarón ha insistido en la autonomía de cada miembro del Cuarto Noche, subrayando la importancia del trabajo en equipo y la unión familiar como claves de su éxito. "Igual y es lo que se ve desde afuera", ha concedido, reconociendo la posibilidad de una interpretación errónea desde la perspectiva externa. "No hay un líder, no hay un jefe, no hay órdenes. Creéme que suena como cliché o como muy básico, pero por algo somos un equipo y una familia, porque entre todos trabajamos en pro de todos".

Este choque de opiniones deja al descubierto la complejidad de las relaciones dentro de la casa, donde las percepciones individuales pueden ser diametralmente opuestas. ¿Es Alexis Ayala un estratega maquiavélico que maneja a sus compañeros a su antojo? ¿O simplemente un compañero experimentado que ofrece consejos valiosos? La respuesta, como tantas otras cosas en La Casa de los Famosos, queda sujeta a la interpretación de cada uno. Lo que sí es innegable es la tensión latente, la chispa que puede encender un verdadero incendio en cualquier momento. La audiencia, expectante, seguirá de cerca el desarrollo de los acontecimientos, analizando cada gesto, cada palabra, en busca de pistas que les permitan desentrañar la verdad. El juego continúa, y con él, las intrigas, las alianzas y las rivalidades que mantienen a todos en vilo.