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10 de septiembre de 2025 a las 12:30
Revive el 85 con "Cada minuto"
La Ciudad de México, un lienzo de escombros y esperanza. A 38 años del terremoto de 1985, la segunda y última temporada de Cada minuto cuenta nos sumerge de nuevo en aquel escenario desolador, donde la tragedia y la solidaridad se entrelazaron en un abrazo inolvidable. Más allá de la crónica de la devastación y la negligencia gubernamental, la serie se erige como un homenaje a la inquebrantable fuerza del espíritu mexicano, ese que se levanta ante la adversidad y tiende la mano a su prójimo sin esperar nada a cambio.
Luis Fernando Peña, quien da vida a "Pepín", encarna esa esencia solidaria, la garra de un pueblo que se niega a rendirse. "Pepín refleja el arrojo del mexicano, ese espíritu de lucha, de no rajarse ante las dificultades, de arriesgarse por los demás", comenta el actor. Su personaje se convierte en un espejo de la sociedad mexicana, esa que en momentos de necesidad se vuelca en ayuda sin importar el riesgo. Peña describe su experiencia en la serie como "maravillosa", aunque no exenta de desafíos. Meterse entre los escombros, revivir las historias que escuchó desde niño, representó una inmersión emocional profunda. La preocupación inicial por la veracidad de la narrativa se disipó al comprobar la honestidad y el compromiso de todo el equipo.
En contraste con la nobleza de "Pepín", Antonio de la Vega interpreta a un funcionario gubernamental, una figura compleja que refleja la parte oscura de la historia: la ocultación de información para no perder la sede del Mundial de 1986. Sin embargo, el actor se aleja del maniqueísmo al construir un personaje multidimensional, "no blanco o negro, ni villano ni héroe". De la Vega explora la conciencia de este personaje, su capacidad para reconocer sus errores y buscar la redención, sumándose finalmente a la corriente de ayuda y solidaridad.
Cada minuto cuenta es una serie vibrante, donde la acción es constante. Derrumbes, rescates entre los escombros, la búsqueda incansable de sobrevivientes, la atención médica a los heridos y la investigación periodística se entrelazan en una narrativa dinámica. Jorge Michel Grau, creador y director de la serie, destaca la exigencia técnica del proyecto, la planificación minuciosa, el diálogo constante con el elenco y la apertura a sus propuestas. Esta construcción colaborativa tuvo un objetivo primordial: narrar la historia con la mayor fidelidad y emoción posibles.
Inicialmente, los derrumbes se representarían con maquetas. Sin embargo, la propuesta de Amazon de utilizar pantallas LED como fondo de los sets elevó el proyecto a otro nivel, convirtiéndolo en una de las producciones con mayor uso de efectos especiales y producción virtual en América Latina. Si bien la tecnología de punta presentó algunos retos iniciales, el equipo supo aprovecharla al máximo, logrando una síntesis visual impactante que potencia la narrativa.
Luis Fernando Peña invita a la audiencia a no perderse la última temporada de Cada minuto cuenta. La evolución de los personajes, la incorporación de nuevas historias y la magnitud de la producción prometen un final a la altura de la tragedia y la heroicidad que marcaron a México en 1985. "Es la cereza del pastel", afirma Peña, un recordatorio de la capacidad de unión del pueblo mexicano, no solo en la tragedia, sino también en la reconstrucción y la esperanza. Una serie que se consagra como un homenaje, una ofrenda a esos héroes anónimos, esos "héroes sin capa" que emergieron de los escombros para reconstruir una ciudad y un país.
Fuente: El Heraldo de México