10 de septiembre de 2025 a las 16:35
Padre muere de tristeza en el funeral de su hijo
El silencio solemne de la funeraria Rose Funerals, en Middlesbrough, se vio interrumpido abruptamente no una, sino dos veces, por la tragedia. En un cruel giro del destino, una familia se enfrentó a la devastadora pérdida de un padre y un hijo en el mismo espacio, con apenas horas de diferencia. El pasado 21 de agosto, mientras se despedían de David, un hijo arrebatado demasiado pronto por las garras de la adicción, el patriarca familiar, Norman White, de 61 años, colapsó. Un paro cardíaco fulminante segó su vida en el preciso instante en que el féretro de su hijo entraba en la capilla. Una escena desgarradora que ha dejado a la familia sumida en un dolor indescriptible.
Lo que hace aún más conmovedora esta doble tragedia es el contexto en el que se produce. Hace apenas una década, Norman y su esposa enterraron a sus hijos gemelos, Karson y Deacon, nacidos sin vida. Un golpe devastador del que, según sus allegados, jamás se recuperaron del todo. Ahora, diez años después, el destino les asesta un nuevo y brutal golpe. La pérdida de David, combinada con el recuerdo aún vivo de sus gemelos, parece haber sido la carga final que el corazón de Norman no pudo soportar.
Chantelle, hija de Norman y hermana de David, compartió con el diario The Sun la profunda consternación que embarga a la familia. "Verlo todo junto fue demasiado para él", declaró, convencida de que la muerte de su padre fue consecuencia de un corazón roto, una hipótesis que cobra fuerza al no existir antecedentes de problemas cardíacos en Norman. La imagen de un padre despidiéndose de su hijo, con el peso de pasadas tragedias aún latente, solo para sucumbir él mismo al dolor, es una imagen que difícilmente se borrará de la memoria de quienes la presenciaron.
Mientras la familia intentaba asimilar la pérdida de Norman, el funeral de David continuaba. Un servicio marcado por la ausencia repentina del padre, por el eco de una tragedia que se multiplicaba. Horas después, la confirmación de la muerte de Norman llegaba como un mazazo, profundizando aún más la herida abierta en el corazón de la familia.
David deja atrás dos hijos, Ethan y Jason, de tan solo nueve años. La orfandad se suma a la larga lista de ausencias que esta familia ha tenido que afrontar. Norman, por su parte, era un hombre querido en la comunidad, conocido por su pasión por el boxeo, un deporte que no solo practicaba, sino que también enseñaba a otros. Un hombre que, a pesar de las tragedias que marcaron su vida, siempre encontró la fuerza para compartir su pasión y apoyar a quienes lo rodeaban.
En medio del dolor y la confusión, la familia White ha querido destacar la profesionalidad y el apoyo incondicional recibido por el personal de la funeraria Rose Funerals. En un momento de extrema vulnerabilidad, el equipo de la capilla actuó con rapidez y sensibilidad, brindando asistencia médica a Norman y contención emocional a la familia. Un pequeño rayo de luz en medio de la oscuridad.
Mientras la familia se prepara para afrontar un doble funeral, las autoridades continúan investigando las circunstancias que rodearon la muerte de David. La adicción, un enemigo silencioso y devastador, se cobró una vida y, tal vez, contribuyó indirectamente a la pérdida de otra. La historia de la familia White es un triste recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia del apoyo mutuo en momentos de adversidad. Una historia que, sin duda, resonará en la comunidad de Middlesbrough y más allá.
Fuente: El Heraldo de México