
10 de septiembre de 2025 a las 08:55
Oasis en México: Primera foto de Bonehead
La fiebre por Oasis ha inundado la Ciudad de México. A pocos días del esperado concierto en el Estadio GNP Seguros, la anticipación se palpa en el aire, electrizando a los fans que llevan años esperando este momento. La llegada de Paul "Bonehead" Arthurs, guitarrista original de la banda, ha avivado aún más la llama de la emoción. Su sencilla pero elocuente foto desde el aeropuerto, con las letras "México" de fondo y el característico "Wee Haaaa" como pie de foto, ha desatado una oleada de reacciones en redes sociales. La imagen, compartida en su cuenta personal, se ha convertido en un símbolo de la inminente llegada de la legendaria banda británica a tierras mexicanas.
Los comentarios en la publicación de Arthurs reflejan la euforia del público: invitaciones a taquerías, a brindar con tequila, a disfrutar de la cultura mexicana… Una cálida bienvenida virtual que demuestra el cariño y la admiración que los fans mexicanos profesan por Oasis. Es evidente que la banda no solo viene a tocar, sino a conectar con un público que ha seguido su trayectoria durante décadas. Este intercambio digital, aunque breve, consolida el vínculo entre artistas y seguidores, creando una atmósfera de camaradería y expectativa ante los conciertos.
Más allá de la emoción por la música, la llegada de Oasis ha generado un fenómeno peculiar: la invocación a Tláloc, dios mexica de la lluvia. Ante la amenaza de tormentas para las fechas de los conciertos, los fans, en un gesto que mezcla la devoción musical con la tradición prehispánica, han decidido recurrir a rituales para asegurar un clima favorable. La imagen de una fan depositando pulseras en la fuente del monolito de Tláloc, en el Museo Nacional de Antropología, se ha viralizado en TikTok, convirtiéndose en un testimonio de la ingeniosa y apasionada manera en que los mexicanos viven su fanatismo.
La usuaria, en un video que combina humor y fervor, hace un llamado a la comunidad de "madferits" – como se autodenominan los fans de Oasis – para que se unan a la causa y realicen sus propios rituales. Su petición a Tláloc, agradeciendo las lluvias que han aliviado la sequía pero solicitando clemencia para los días del concierto, refleja la idiosincrasia mexicana: una mezcla de respeto por las tradiciones y un ingenio singular para afrontar las adversidades. Este gesto, que podría parecer supersticioso para algunos, en realidad demuestra la profunda conexión emocional que los fans tienen con la banda y su deseo de vivir una experiencia inolvidable, libre de inclemencias meteorológicas. La incertidumbre del clima se convierte, así, en otro elemento que alimenta la narrativa en torno a la llegada de Oasis a México, generando una atmósfera única y cargada de simbolismos. ¿Lograrán los rituales apaciguar la furia de Tláloc? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, la Ciudad de México se prepara para vibrar al ritmo del rock británico, en un evento que promete ser histórico.
Fuente: El Heraldo de México