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10 de septiembre de 2025 a las 03:00
Multas por cohetes este 15 de Septiembre en SLP
La pirotecnia, ese espectáculo de luz y sonido que adorna nuestras fiestas, esconde tras su belleza efímera una serie de peligros que a menudo ignoramos. Desde San Luis Potosí hasta el último rincón del país, las regulaciones intentan controlar su uso y venta, pero la realidad nos muestra que el camino hacia una celebración segura aún es largo. Las cifras hablan por sí solas: multas que van desde los modestos 2,788 pesos hasta la impactante cifra de 226 mil 280 pesos en Soledad de Graciano Sánchez, reflejan la seriedad del asunto. No se trata simplemente de un juego de niños, sino de una actividad que puede tener consecuencias devastadoras.
Imaginemos por un momento el impacto en la economía familiar de una multa de esa magnitud. Es el equivalente a meses de trabajo, un sacrificio económico que podría destinarse a la educación, la alimentación o el bienestar de la familia. Y todo por unos minutos de estruendo que, en el peor de los casos, pueden terminar en tragedia.
Más allá de las sanciones económicas, el verdadero costo de la pirotecnia se mide en vidas humanas. Las quemaduras, esas cicatrices imborrables que marcan la piel y el alma, son un recordatorio constante del peligro. Niños y jóvenes, los más vulnerables, son quienes pagan el precio más alto por la imprudencia y la falta de supervisión. Pensemos en esos rostros infantiles, llenos de ilusión, desfigurados para siempre por un instante de descuido.
Y no olvidemos el impacto ambiental. Incendios forestales que arrasan con hectáreas de vegetación, contaminación acústica que perturba la tranquilidad de nuestras ciudades y la fauna que las habita. La pirotecnia, lejos de ser un símbolo de alegría, se convierte en una amenaza para el equilibrio de nuestro ecosistema.
Las autoridades, conscientes de la problemática, han intensificado sus esfuerzos para controlar la venta y el uso de estos artefactos. Decomisos, multas y campañas de concientización son algunas de las medidas implementadas. Pero la responsabilidad no recae únicamente en el gobierno. Cada uno de nosotros, como ciudadanos responsables, debemos asumir un compromiso con la seguridad y el bienestar de nuestra comunidad.
¿Vale la pena arriesgar la vida y la salud por unos minutos de espectáculo? ¿Es la pirotecnia la única forma de celebrar nuestras tradiciones? La respuesta, sin duda, es no. Existen alternativas seguras y responsables para disfrutar de las fiestas, desde espectáculos de luces y drones hasta actividades culturales y recreativas que promueven la convivencia familiar.
Este año, en lugar de encender un cohete, encendamos la llama de la conciencia. Celebremos con responsabilidad, protegiendo a nuestros seres queridos y preservando el medio ambiente. Hagamos de nuestras fiestas un espacio de alegría y convivencia, libre de los peligros de la pirotecnia. El futuro de nuestras familias y de nuestro planeta está en nuestras manos. Informémonos, reflexionemos y tomemos decisiones responsables. La verdadera fiesta es la vida.
Fuente: El Heraldo de México