
10 de septiembre de 2025 a las 09:35
Impuestos saludables: ¿Un nuevo rumbo para tu bienestar?
El debate en torno al Impuesto Saludable propuesto para el 2026 está en pleno apogeo. Mientras la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) lo defiende como una medida crucial para fomentar hábitos saludables y financiar el sector salud, las voces críticas se alzan cuestionando su impacto real y la posibilidad de que los recursos se desvíen. La propuesta, que gravaría bebidas azucaradas, tabaco y videojuegos violentos, busca recaudar 41 mil millones de pesos, una cifra considerable que, según el titular de la SHCP, Édgar Amador Zamora, no se trata simplemente de una medida recaudatoria, sino de una estrategia integral de salud y seguridad.
La promesa de un "presupuesto humanista" resuena en las declaraciones del Secretario, quien asegura que las directrices del gravamen provienen de la Secretaría de Salud y buscan, ante todo, promover un cambio de hábitos en la población. Sin embargo, la preocupación por la posible desviación de fondos persiste, un tema que la subsecretaria de Egresos, Bertha Gómez Castro, ha intentado disipar asegurando que los recursos se destinarán a un fondo específico para la salud, tal como lo indicó la presidenta Claudia Sheinbaum. Incluso, se ha establecido un sistema de seguimiento con dígitos identificadores para transparentar el ingreso y egreso de estos recursos, con el compromiso de informar trimestralmente sobre su uso.
La justificación del impuesto se centra en el daño comprobado de las bebidas azucaradas y la necesidad de atender las enfermedades derivadas de su consumo excesivo. En cuanto a los videojuegos violentos, la presidenta Sheinbaum ha aclarado que no se busca prohibirlos, sino fomentar la atención de padres y madres sobre el tipo de juegos que consumen sus hijos, abriendo un debate sobre la influencia de estos en la conducta de los jóvenes. La promesa de una mayor información por parte del secretario de Salud, David Kershenobich, busca fundamentar la necesidad del impuesto y transparentar su aplicación.
Pero, ¿qué tan efectiva será esta medida? La historia de los impuestos especiales en México nos muestra ejemplos de éxitos y fracasos. Si bien se han logrado avances en la reducción del consumo de tabaco, la lucha contra las bebidas azucaradas ha sido más compleja. La clave, según expertos, radica en la combinación de estrategias, que incluyan no solo el impuesto, sino también campañas de educación y concientización, así como la promoción de alternativas saludables.
El Paquete Económico 2026, ya en manos de la Cámara de Diputados, será objeto de un intenso análisis en las comisiones de Presupuesto y Cuenta Pública, y de Hacienda y Crédito Público. La comparecencia del secretario Amador Zamora ante el pleno, prevista para después del 20 de septiembre, será un momento crucial para profundizar en los detalles del impuesto y responder a las inquietudes de la sociedad. La transparencia y la rendición de cuentas serán fundamentales para garantizar que los recursos recaudados se destinen efectivamente a mejorar la salud de los mexicanos.
Más allá de las cifras y las proyecciones, el debate sobre el Impuesto Saludable nos invita a reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y la responsabilidad del Estado en la promoción de la salud pública. ¿Será este impuesto la solución definitiva o solo una medida paliativa? El tiempo y la gestión de los recursos lo dirán. Lo que sí es cierto es que la salud de los mexicanos está en juego y se requiere un compromiso conjunto de gobierno, industria y sociedad para enfrentar los desafíos que nos presenta el siglo XXI.
Fuente: El Heraldo de México