
10 de septiembre de 2025 a las 09:35
Domina el Verde: Duerme Profundo
La posible ruptura de la alianza entre el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Morena rumbo a las elecciones del 2027, y su virtual desaparición para el 2030, no ha tomado por sorpresa a Palacio Nacional. Desde hace semanas, como se ha venido comentando en este espacio, se contempla la posibilidad de prescindir de cualquier tipo de coalición con otras fuerzas políticas. La dirigencia morenista, consciente del potencial descontento del PVEM por sentirse menospreciado a pesar de su contribución electoral, ha puesto en marcha una estrategia de afiliación masiva, con el objetivo de sumar al menos 10 millones de nuevos militantes.
Esta campaña de credencialización no es una reacción directa a las posibles acciones de sus aliados, sino parte de una estrategia a largo plazo: la posibilidad de competir sin necesidad de alianzas o coaliciones. Las ideas "separatistas" de un sector importante del PVEM siempre fueron un secreto a voces dentro de Morena. Era cuestión de tiempo para que el partido ecologista considerara la posibilidad de competir por su cuenta, especialmente en gubernaturas, sin la necesidad de una alianza.
El 2027 se presenta para el PVEM como la oportunidad de gobernar más estados que Movimiento Ciudadano (MC), y así presumir de su capacidad para “ir y ganar solos”, emulando el discurso naranja. En el seno del partido verde se debate la conveniencia de mantener o no la alianza con Morena, una discusión que probablemente termine en una separación, ya sea por decisión propia o por la postura de Morena.
Mientras el PVEM lidia con esta disyuntiva, en Palacio Nacional se visualiza un futuro sin alianzas y sin la necesidad de ceder posiciones a perfiles de otros partidos. Al igual que el Verde cree poder ganar solo, Morena está convencida de su capacidad para continuar ganando sin ellos, reforzada por la incorporación de 10 millones de nuevos afiliados.
En este contexto, la iniciativa del exsenador Arturo Escobar cobra relevancia, impulsada por la idea de "poder ir solos en todo" y dejar de sentirse desvalorizados por el partido oficial. El PVEM, en opinión de muchos de sus miembros, debería ser el "auténtico oficial".
La posibilidad de una ruptura definitiva plantea interrogantes sobre el futuro del panorama político mexicano. ¿Podrá el PVEM consolidarse como una fuerza política independiente con capacidad para competir en solitario? ¿Logrará Morena mantener su hegemonía sin la necesidad de alianzas? ¿Qué impacto tendrá esta posible separación en la configuración de las fuerzas políticas rumbo a las elecciones del 2027 y 2030? El tiempo y los acontecimientos venideros nos darán la respuesta. Lo que es innegable es que el escenario político se encuentra en plena transformación, con actores que buscan redefinir su posición y estrategias para los próximos comicios. La apuesta del PVEM por la independencia y la confianza de Morena en su propia fuerza auguran una contienda electoral con nuevas dinámicas y reconfiguraciones en el mapa político nacional. Habrá que observar con atención los movimientos de cada partido y las reacciones de la ciudadanía ante este nuevo escenario. El futuro político de México se escribe en estos momentos.
Fuente: El Heraldo de México