Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Bienestar Animal

11 de septiembre de 2025 a las 02:50

Animales heridos en explosión de pipa

El estruendo aún retumba en los oídos de los vecinos de Iztapalapa. La imagen de la pipa volcada, el humo negro ascendiendo al cielo, el pánico palpable en el aire… una tragedia que, más allá de las pérdidas materiales y humanas, ha dejado una huella imborrable en los seres más vulnerables: los animales. Dos pequeñas víctimas, una paloma y un perrito, son el testimonio silencioso del alcance devastador de la explosión.

Imaginen a la paloma, con su plumaje chamuscado, incapaz de alzar el vuelo, buscando refugio del calor abrasador. Mojada y temblorosa, encontró un alivio momentáneo bajo el goteo de una pipa de agua, un oasis en medio del infierno. Su instinto de supervivencia la llevó a ese pequeño resquicio de esperanza, una imagen conmovedora que nos recuerda la fuerza de la vida incluso en las circunstancias más extremas.

Y el perrito, con su pequeña nariz quemada, ¿qué habrá sentido en medio del caos? El miedo, la confusión, el dolor… Estos animales, que comparten nuestro espacio urbano, a menudo invisibles en el ajetreo diario, se convierten en víctimas silenciosas de nuestras tragedias. Su fragilidad nos conmueve, nos recuerda nuestra responsabilidad de protegerlos, de velar por su bienestar.

La rápida intervención de la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) es un rayo de luz en medio de la oscuridad. Su dedicación, su compromiso con la vida de estos animales, nos devuelve la fe en la humanidad. El traslado a las instalaciones de Xochimilco, donde un equipo veterinario espera para brindarles la atención necesaria, es una muestra de que la solidaridad y la empatía pueden florecer incluso en los momentos más difíciles.

Pero la labor no termina ahí. La BVA continúa patrullando la zona, buscando otros posibles heridos, peinando cada rincón con la esperanza de encontrar más supervivientes. Es una tarea titánica, una carrera contra el tiempo para aliviar el sufrimiento de aquellos que no pueden pedir ayuda.

Este incidente nos recuerda la importancia de la prevención, de la revisión constante de las medidas de seguridad para evitar tragedias como esta. Pero también nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con los animales, sobre la necesidad de crear un entorno urbano más seguro y amigable para todos los seres vivos.

La invitación de la directora de la BVA, Mónica Garduño, a la ciudadanía a reportar cualquier animal herido es un llamado a la acción. Cada uno de nosotros puede ser parte de la solución, cada gesto de ayuda, por pequeño que sea, puede marcar la diferencia. Seamos los ojos y las manos de aquellos que no pueden hablar, seamos su voz en medio del silencio. Porque en la protección de los más vulnerables reside la verdadera grandeza de una sociedad.

No olvidemos a la paloma y al perrito, símbolos de la resiliencia de la vida, un recordatorio de que incluso en la oscuridad, siempre hay espacio para la esperanza.

Fuente: El Heraldo de México