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10 de septiembre de 2025 a las 07:45

Adolescente armado: ¿Culpa de la "onda cool"?

La creciente preocupación por la violencia en las escuelas vuelve a sacudir a la comunidad, esta vez en el condado de Pierce, Washington. Un adolescente de tan solo 13 años ha sido detenido tras el hallazgo de un inquietante arsenal en su domicilio: 23 armas de fuego, municiones y una serie de pruebas que dibujan un escenario profundamente perturbador. Más allá del número de armas, lo que realmente alarma a las autoridades es la evidencia de una obsesión con tiroteos escolares, alimentada por la idolatría a figuras que han perpetrado masacres en el pasado. Según las investigaciones, el joven no solo admiraba a estos individuos, sino que parecía estar preparando meticulosamente un acto de violencia masiva, llegando incluso a elaborar una lista de potenciales víctimas.

El caso salió a la luz gracias a la vigilancia en redes sociales. Publicaciones amenazantes, con frases como "Cuando cumpla 21 años voy a matar gente" o "¡Es el fin! ¡Espero matarles a todos!", encendieron las alarmas. Estas publicaciones, que se remontan a junio, no se limitaban a amenazas vagas, sino que incluían referencias explícitas a tragedias como las de Columbine y Uvalde, grabadas a fuego en la memoria colectiva. La rápida actuación de la policía, con la colaboración de un equipo SWAT, permitió el allanamiento de la residencia del menor en Parkland, cerca de Tacoma, en la madrugada del sábado 6 de septiembre.

El registro del domicilio reveló una realidad escalofriante. No se trataba simplemente de un joven aficionado a las armas. El arsenal incluía rifles caseros, fabricados con piezas impresas en 3D, una tecnología cada vez más accesible y que plantea nuevos desafíos en materia de control de armas. Junto a las armas, se encontraron cajas de munición, cargadores, material para fabricar explosivos y una "bolsa de escape" con municiones, máscara antigás y cargadores AR-style con inscripciones que aludían a tiroteos escolares. En su habitación, dibujos, fotografías y ropa imitaban la estética de conocidos perpetradores de masacres, conformando un macabro santuario a la violencia.

Las autoridades han encontrado, además, escritos que detallan escenarios de tiroteos masivos, un posible manifiesto donde el joven no solo alababa a otros tiradores, sino que desglosaba sus propios planes violentos. La existencia de una lista de objetivos, con nombres de posibles víctimas, añade un componente aún más siniestro al caso. Si bien el joven no está escolarizado desde 2021, la hipótesis de un ataque en un entorno escolar no se descarta.

La subcomisaria Carly Cappetto ha declarado que el sospechoso parecía tenerlo todo listo para cometer un tiroteo masivo, y que era solo cuestión de tiempo antes de que ocurriera una tragedia. A pesar de que el objetivo exacto sigue siendo desconocido, la evidencia apunta a una planificación similar a la observada en otros ataques escolares.

El menor, cuya identidad se mantiene en reserva debido a su edad, se declaró inocente de los cinco cargos que se le imputan, incluyendo amenaza de atentado y posesión ilegal de armas y explosivos. Sus padres, por su parte, insisten en que todo se trata de un malentendido, atribuyendo las publicaciones en redes sociales a un intento de impresionar a sus amigos. Según la madre, el joven solo buscaba "ser cool" y no tenía ninguna intención real de dañar a nadie. Esta versión contrasta con la gravedad de las pruebas encontradas y la preocupación de las autoridades.

El caso pone de manifiesto, una vez más, la compleja realidad de la violencia juvenil y la necesidad de abordar las causas subyacentes. La facilidad de acceso a las armas, la influencia de las redes sociales y la idealización de la violencia son factores que deben ser analizados en profundidad. Mientras la investigación continúa, la comunidad se enfrenta a la incertidumbre y al temor de una tragedia que, afortunadamente, se ha logrado evitar. El debate sobre el control de armas y la salud mental de los jóvenes vuelve a estar en el centro de la atención, exigiendo respuestas y soluciones que protejan a las futuras generaciones.

Fuente: El Heraldo de México