
10 de septiembre de 2025 a las 01:20
Tragedia matutina: Pide cigarro y recibe bala
La creciente inseguridad en el transporte público vuelve a ser protagonista tras un brutal ataque en Puente Alto. La mañana del lunes, la rutina de un joven de 25 años se transformó en una pesadilla. Mientras esperaba el autobús para ir a trabajar, un encuentro fortuito con un desconocido culminó en una balacera que lo dejó luchando por su vida. El simple hecho de negar un cigarrillo desató la furia del agresor, quien, según testigos, vestía completamente de negro y hablaba con acento extranjero. Este detalle, si bien preliminar, ha generado inquietud en la comunidad, avivando el debate sobre la integración de extranjeros y la necesidad de reforzar la seguridad en la comuna.
La escena, ocurrida en la concurrida avenida Santa Rosa, a las 7:30 de la mañana, es un reflejo de la vulnerabilidad a la que se enfrentan diariamente miles de trabajadores que dependen del transporte público. El forcejeo inicial por la mochila del joven rápidamente escaló a una violencia inusitada. Cuatro disparos resonaron en la parada de autobús: tres impactaron en el abdomen de la víctima y uno en su pierna. La imagen del joven tendido en el suelo, rodeado de testigos atónitos, es un crudo recordatorio de la fragilidad de la vida y la omnipresencia de la violencia en nuestras calles.
La rápida acción de los transeúntes y la oportuna atención médica en el Hospital Sótero del Río fueron cruciales para estabilizar al joven, quien posteriormente fue trasladado al Hospital del Trabajador. Si bien las balas, afortunadamente, evitaron órganos vitales, el daño infligido es considerable y requerirá un extenso proceso de recuperación, tanto física como psicológica. La incertidumbre sobre su futuro laboral y las secuelas emocionales de este traumático evento son una pesada carga que deberá afrontar. Además, un ciudadano haitiano que se encontraba en el lugar resultó herido en la pierna durante la conmoción generada por los disparos, añadiendo otra víctima colateral a este acto de violencia indiscriminada.
La Fiscalía Metropolitana Sur, liderada por el fiscal Eduardo Pontigo, ha tomado las riendas de la investigación, asegurando que se utilizarán todos los recursos disponibles para dar con el paradero del agresor. Las declaraciones del fiscal, firmes y contundentes, reflejan la indignación de la comunidad ante este tipo de hechos: "Estamos frente a un acto de violencia extrema que no toleraremos". La PDI trabaja incansablemente revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona y recopilando testimonios que puedan arrojar luz sobre la identidad y los motivos del atacante.
Este incidente no es un hecho aislado. Se suma a una creciente lista de actos violentos que ocurren en el transporte público y que exigen una respuesta contundente por parte de las autoridades. Más allá de la captura del responsable, es imperativo implementar medidas preventivas que garanticen la seguridad de los usuarios. Mayor presencia policial, mejor iluminación en las paradas de autobús y campañas de concientización son solo algunas de las acciones que podrían marcar la diferencia. Mientras tanto, la comunidad de Puente Alto permanece en vilo, esperando justicia para la víctima y exigiendo un cambio real que les permita transitar con tranquilidad y seguridad por las calles de su comuna. La pregunta que resuena en el aire es: ¿cuántos incidentes más se necesitarán para que la seguridad en el transporte público sea una prioridad real?
Fuente: El Heraldo de México