La lucha contra la delincuencia organizada en México continúa dando frutos bajo la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum. La coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad, incluyendo la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Fiscalía General de la República, la Secretaría de Gobernación, la Guardia Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia, ha permitido asestar importantes golpes a las estructuras del crimen.

Desde octubre del año pasado hasta la fecha, las cifras hablan por sí solas: más de 32,400 detenidos por delitos de alto impacto, 16,000 armas de fuego incautadas y la asombrosa cantidad de 245 toneladas de droga decomisadas, incluyendo más de 3,600,000 pastillas de fentanilo. Estas cifras no son simples números, representan vidas salvadas, familias protegidas y comunidades que recuperan la tranquilidad. Imaginen la cantidad de dolor y sufrimiento que se ha evitado al sacar de circulación estas sustancias.

La inhabilitación de 1,400 laboratorios de metanfetamina en 22 estados del país es otro logro crucial. Esto no solo corta el suministro de drogas, sino que también asfixia las finanzas del crimen organizado, impidiendo la compra de armas, la corrupción de funcionarios y el reclutamiento de jóvenes. Es una estrategia integral que ataca el problema desde la raíz.

El descenso del 32% en homicidios dolosos es una prueba contundente del impacto de estas acciones. Se trata de una reducción significativa que refleja el compromiso del gobierno con la seguridad de todos los mexicanos. Detrás de cada punto porcentual hay historias de personas que hoy pueden regresar a casa con sus familias, de niños que pueden jugar en las calles sin miedo y de comunidades que recuperan la esperanza.

Las recientes detenciones de operadores de organizaciones delictivas, personas vinculadas con homicidios, tráfico de drogas, extorsión, cobro de piso, corrupción y contrabando de combustible, demuestran que nadie está por encima de la ley. Desde Ciudad Juárez hasta Acapulco, desde San Luis Potosí hasta Tabasco, las fuerzas de seguridad están presentes, trabajando incansablemente para proteger a la ciudadanía.

La Estrategia Nacional contra la Extorsión, implementada por instrucciones de la Presidenta Sheinbaum, ha sido un éxito rotundo. Con más de 43,000 llamadas al 089, se ha logrado evitar que miles de extorsiones se consumen, gracias al apoyo y acompañamiento de los operadores. La confianza de la población en este sistema es fundamental para combatir este delito que afecta a tantos mexicanos.

La detención de 239 personas por extorsión en 19 entidades federativas demuestra la efectividad de esta estrategia. Se están desmantelando redes de extorsionadores, liberando a comerciantes, empresarios y ciudadanos del miedo y la intimidación. Cada detención es una victoria para la justicia y un paso más hacia un México más seguro.

La lucha contra la delincuencia es una tarea continua que requiere el esfuerzo de todos. La colaboración entre las autoridades y la ciudadanía es esencial para construir un país en paz. Los resultados obtenidos hasta ahora son alentadores y demuestran que vamos por el camino correcto. La seguridad no es un privilegio, es un derecho de todos los mexicanos, y este gobierno está comprometido a garantizarlo.