Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Filosofía

9 de septiembre de 2025 a las 10:10

Revive la magia: momentos inolvidables

La sombra del pasado se cierne sobre nosotros, no solo en la música, el cine o la moda, como bien apuntaba Mark Fisher, sino también en el ámbito, a veces impenetrable, de la filosofía. Vivimos en una época que mira con nostalgia hacia atrás, reciclando estéticas, narrativas y sonidos, como si el futuro se hubiera agotado, perdido en la vorágine del capitalismo neoliberal. Este fenómeno, la “lenta cancelación del futuro”, nos mantiene anclados en un presente continuo, incapaces de imaginar y construir nuevas realidades. ¿Es posible que esta parálisis creativa haya alcanzado incluso a la filosofía, ese espacio destinado a la innovación del pensamiento?

La filosofía, según Deleuze, no se limita a la mera interpretación del pensamiento, sino que se erige como un acto creativo en sí mismo, cuya fuerza reside en la invención de conceptos. El concepto, esa herramienta capaz de desentrañar los problemas más complejos, se convierte en el motor mismo de la disciplina, en su razón de ser. Sin embargo, en este panorama dominado por la nostalgia, observamos cómo incluso la filosofía parece sucumbir a la tentación del pasado.

Byung-Chul Han, uno de los filósofos más influyentes de la actualidad, se ha convertido en un ejemplo paradigmático de esta tendencia. A pesar de su indiscutible erudición y su capacidad para interpretar las grandes doctrinas filosóficas, Han ha sido objeto de críticas precisamente por su inclinación a readaptar ideas del pasado, en lugar de generar nuevos conceptos. Su obra, brillante y accesible, parece reflejar la atmósfera de una época atrapada en la melancolía, incapaz de proyectarse hacia un futuro diferente.

Cabe preguntarse si esta tendencia a la reinterpretación, en detrimento de la creación conceptual, es un síntoma de la "lenta cancelación del futuro" que Fisher diagnosticó con tanta precisión. ¿Hemos perdido la capacidad de imaginar nuevos horizontes, incluso en el ámbito del pensamiento? ¿Se ha convertido la filosofía en un eco del pasado, en lugar de una herramienta para construir el futuro?

La obra de Han, a pesar de sus méritos, nos invita a reflexionar sobre el estado actual de la filosofía. Su éxito, en un contexto marcado por la nostalgia y la incertidumbre, plantea interrogantes sobre la dirección que está tomando el pensamiento contemporáneo. ¿Estamos condenados a repetir las ideas del pasado, o aún es posible encontrar un espacio para la innovación conceptual, para la creación de nuevos mundos posibles? La respuesta, sin duda, reside en nuestra capacidad para romper con la inercia del presente y atrevernos a imaginar un futuro diferente. Un futuro que, a pesar de las dificultades, aún está por escribirse.

La reinterpretación del pasado puede ser una herramienta valiosa para comprender el presente, pero no debe convertirse en un obstáculo para la creación. La filosofía, como cualquier otra disciplina, necesita renovarse constantemente, generar nuevas ideas, explorar territorios desconocidos. Solo así podrá seguir cumpliendo su función esencial: ayudarnos a comprender el mundo en el que vivimos y a construir un futuro mejor. El reto, por tanto, reside en encontrar un equilibrio entre la tradición y la innovación, entre el respeto por el pasado y la audacia de imaginar un futuro diferente. Un futuro que, a pesar de la "lenta cancelación" que nos acecha, aún está al alcance de nuestra mano.

Fuente: El Heraldo de México