
9 de septiembre de 2025 a las 05:00
Presupuesto frena seguridad en Central Camionera
La sombra del crimen organizado se cierne sobre la Central Camionera de Tlaquepaque, un lugar que debería ser sinónimo de viajes y reencuentros, pero que se ha convertido en un punto vulnerable para jóvenes que buscan oportunidades laborales. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y el rescate de al menos 40 personas en lo que va del año, la promesa de la instalación de cámaras y torniquetes, una medida crucial para prevenir el reclutamiento ilícito, sigue sin concretarse. El Secretario de Seguridad en Jalisco, Juan Pablo Hernández, señala al presupuesto como el principal obstáculo, un argumento que resuena con la preocupante realidad de la falta de recursos destinados a la seguridad. ¿Acaso el valor de la seguridad de nuestros jóvenes no justifica una inversión prioritaria?
La implementación de torniquetes, junto con la verificación de identidad mediante la cotejación de boletos e identificaciones oficiales, no solo busca dificultar la labor de los reclutadores, sino también combatir delitos como la trata y el abuso sexual infantil. Se trata de una medida integral que busca proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad. La pregunta que surge es: ¿cuánto tiempo más tendremos que esperar para que esta medida, que ya se impulsa a nivel federal, sea una realidad en Tlaquepaque? ¿Cuántas víctimas más se sumarán a la lista antes de que se tomen acciones concretas?
Si bien la vigilancia en la terminal ha logrado disuadir a los reclutadores dentro de la central, estos han desplazado sus operaciones a las inmediaciones, demostrando una adaptabilidad que exige una respuesta igualmente dinámica por parte de las autoridades. El reciente arresto de un taxista que drogaba a jóvenes con clonazepam para robarles, junto con la implicación de dos cómplices aún prófugos, revela la complejidad de la red criminal que opera en la zona. Este caso pone de manifiesto la necesidad de una estrategia de seguridad integral que no se limite a la central camionera, sino que abarque también sus alrededores. ¿Se está haciendo lo suficiente para desmantelar estas redes de crimen organizado?
La mayoría de las víctimas rescatadas son jóvenes jaliscienses de entre 18 y 25 años, incluso menores de edad, atrapados en la promesa de un futuro mejor que se transforma en una pesadilla. Son nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestros vecinos. ¿Qué mensaje estamos enviando como sociedad al permitir que la falta de presupuesto sea una barrera para su seguridad? ¿No es acaso la protección de nuestros jóvenes una inversión en el futuro del país?
La situación en la Central Camionera de Tlaquepaque es un llamado urgente a la acción. No podemos permitir que la burocracia y la falta de recursos sigan poniendo en riesgo la vida de nuestros jóvenes. Es hora de exigir a las autoridades que cumplan con su responsabilidad y garanticen la seguridad de todos. La instalación de cámaras y torniquetes no es un lujo, es una necesidad imperante. Es momento de alzar la voz y exigir que se priorice la seguridad de nuestros jóvenes. El futuro de Jalisco está en juego.
Fuente: El Heraldo de México