9 de septiembre de 2025 a las 18:35
Pacificación: 4,959 jornadas en municipios con alta incidencia delictiva.
La Estrategia Nacional de Seguridad, con su enfoque en la atención a las causas de la violencia, está tejiendo una red de apoyo y transformación en las comunidades más vulnerables de México. Las Jornadas por la Paz, casi cinco mil hasta la fecha, son la punta de lanza de este esfuerzo, llevando la presencia del Estado y la promesa de un futuro mejor a quienes más lo necesitan. No se trata solo de números, sino de las historias de vida que se transforman detrás de cada una de las más de tres millones de atenciones brindadas. Imaginen el impacto en la vida de un joven que encuentra en el deporte una alternativa a la delincuencia, o una familia que recibe el apoyo necesario para salir adelante.
El trabajo coordinado de los tres órdenes de gobierno, una sinergia fundamental en esta estrategia, permite articular esfuerzos y recursos para maximizar el impacto. Las Mesas de Paz, tanto estatales como regionales, funcionan como centros neurálgicos donde se analizan las problemáticas locales y se diseñan soluciones a la medida. Este enfoque territorial es clave, pues reconoce que las causas de la violencia son complejas y requieren una respuesta integral. No se trata de imponer soluciones desde arriba, sino de construirlas desde abajo, con la participación activa de las comunidades.
Las Ferias de Paz, con sus actividades lúdicas, culturales y deportivas, no son simples eventos aislados, sino espacios de encuentro y reconciliación. Son una muestra palpable de que un futuro diferente es posible, un futuro donde la paz y la convivencia armónica sean la norma. La creación de Comités de Paz y la recuperación de espacios públicos son ejemplos concretos de cómo la ciudadanía se empodera y toma las riendas de su propio destino. La transformación no viene impuesta, sino que nace del corazón mismo de la comunidad.
La colaboración con la SEDATU en la construcción de obras comunitarias en zonas prioritarias, como Salamanca, Celaya, León, Ciudad Juárez y Cajeme, es una muestra más del compromiso del gobierno con el desarrollo integral de estas regiones. No se trata solo de brindar seguridad, sino de crear las condiciones necesarias para el progreso y el bienestar. Las ferias de empleo, con la participación activa de la Secretaría del Trabajo y la iniciativa privada, abren las puertas a un futuro laboral para miles de jóvenes, brindándoles la oportunidad de construir un proyecto de vida digno y alejado de la violencia.
El programa del Tianguis del Bienestar, con la entrega de enseres domésticos y artículos de primera necesidad, no es simplemente una ayuda material, sino un gesto de solidaridad y apoyo a las familias más vulnerables. Es una forma de decirles que no están solas, que el Estado está presente y comprometido con su bienestar. La campaña “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, con el canje de armas de fuego por juguetes educativos, es un símbolo poderoso del cambio cultural que se está gestando en el país. Es un llamado a la reconciliación y a la construcción de una sociedad donde la paz sea el valor supremo. El intercambio de juguetes bélicos por juguetes educativos no es solo un acto simbólico, sino una inversión en el futuro de las nuevas generaciones. Es una apuesta por la educación y la cultura de paz como herramientas para construir un México más seguro y próspero.
Fuente: El Heraldo de México