Monterrey se consolida como un polo de atracción internacional, no solo por su pujante economía, sino también por su enfoque humanitario y su visión de futuro. La reciente visita del alcalde Adrián de la Garza Santos al Cuerpo Consular de Nuevo León es una muestra fehaciente de ello. Imaginen la escena: más de 40 diplomáticos, representantes de diversas naciones, reunidos en el prestigioso Club Industrial, escuchando atentamente las palabras del alcalde. No se trataba de una simple presentación protocolaria, sino de un diálogo constructivo sobre los avances y desafíos de la ciudad en temas cruciales como seguridad, movilidad y, por supuesto, la atención a los migrantes.

La creación del Centro Integral de Atención al Migrante (CIAM) no es una casualidad, sino una respuesta a la realidad de una ciudad que se ha convertido en un punto de encuentro para personas de diferentes nacionalidades. Este centro, más que un espacio físico, es un símbolo de la solidaridad y el compromiso de Monterrey con aquellos que buscan una vida mejor. Imaginen la esperanza en los ojos de una familia que logra reunificarse gracias a la labor del CIAM, o la satisfacción de un migrante que encuentra un empleo digno y un techo seguro en esta ciudad. Estas historias, aunque a veces invisibles, son el verdadero motor del progreso.

Y hablando de futuro, el Mundial de Fútbol 2026 se perfila como un hito en la historia de Monterrey. No solo por la pasión que despierta este deporte, sino por la oportunidad que representa para mostrar al mundo la belleza y el dinamismo de esta ciudad. Los cónsules, convertidos en embajadores de Monterrey, llevarán a sus países la imagen de una ciudad moderna, vibrante y acogedora. Imaginen la cantidad de turistas que, atraídos por la magia del fútbol, descubrirán también la riqueza cultural y gastronómica de esta tierra.

La invitación del alcalde a fortalecer los lazos de cooperación internacional no es una mera formalidad. El hermanamiento entre ciudades, el intercambio comercial y la promoción de la cultura son pilares fundamentales para el desarrollo. Imaginen las posibilidades que se abren cuando diferentes culturas se encuentran, comparten experiencias y construyen puentes de entendimiento. Monterrey, con su visión global y su compromiso con el progreso, está lista para liderar este proceso.

El Cuerpo Consular de Nuevo León, con su invaluable labor de enlace entre naciones, juega un papel crucial en este escenario. Su presencia no solo fortalece la diplomacia subnacional, sino que también contribuye a la creación de un ambiente de confianza y colaboración. Imaginen un mundo donde las diferencias culturales se convierten en oportunidades para el aprendizaje y el enriquecimiento mutuo. Ese es el mundo que Monterrey, junto con el Cuerpo Consular, está construyendo. Un mundo donde la solidaridad, la innovación y el respeto a los derechos humanos son los pilares de un futuro prometedor. Un futuro que ya está comenzando a escribirse en las calles de esta vibrante ciudad.