El silencio, por fin, se ha roto. Meses después de que el mundo entero presenciara, a través de la implacable lente de una "kiss cam", lo que parecía ser una infidelidad en pleno concierto de Coldplay, Andrew Cabot, el hasta entonces esposo de Kristin Cabot, ha decidido hablar. No lo ha hecho directamente, sino a través de un portavoz, pero sus palabras resuenan con la fuerza de quien busca, desesperadamente, recuperar la normalidad. Y es que, según la declaración ofrecida a la revista People, la realidad dista mucho del escándalo mediático que se construyó. La pareja, lejos de vivir un momento de traición pública, ya se encontraba separada semanas antes del fatídico concierto en Boston. El proceso de divorcio, aunque mantenido en la más estricta privacidad, ya estaba en marcha. "Se había separado en privado y de manera amistosa semanas antes del concierto. El divorcio ya estaba en marcha antes de esa noche", afirma con rotundidad el portavoz.

Imaginen la presión mediática. La viralización del video, la especulación desbocada, el juicio público… Todo un torbellino que se abate sobre una familia que ya lidiaba con la compleja situación de una separación. Andrew, CEO de una reconocida empresa, y Kristin, directora de Recursos Humanos, vieron sus vidas expuestas al escrutinio mundial en un instante. Ahora, con esta declaración, Andrew busca, no solo aclarar la situación, sino también proteger a su familia del incesante ruido mediático. Busca el cierre, la posibilidad de pasar página y recuperar, en la medida de lo posible, el anonimato perdido. "(Espera que la declaración le dé) un cierre a este capítulo de su vida, que pare la especulación y que su familia pueda volver al anonimato", insiste el portavoz.

La versión de Andrew no se queda sola. Julia Cabot, su primera esposa, corrobora la información al Daily Mail. Según sus declaraciones, Andrew le confió la separación con Kristin incluso antes del escándalo. “Le escribí a Andrew justo después de que ocurriera, y me respondió: ‘Su vida no tiene nada que ver conmigo’, y dijo que estaban separándose”, relata Julia, aportando una pieza clave al rompecabezas.

Sin embargo, la otra parte de la historia permanece en silencio. Kristin Cabot, la ex directora de Recursos Humanos de Astronomer, no ha emitido ninguna declaración pública. Si bien El País informa que presentó los papeles del divorcio el 13 de agosto, su perspectiva sobre lo ocurrido en el concierto de Coldplay y la supuesta relación con Andy Byron sigue siendo una incógnita. ¿Cuál es su versión de los hechos? ¿Confirmará las palabras de Andrew? El silencio de Kristin alimenta aún más la intriga en torno a este caso que, más allá de una simple anécdota de la "kiss cam", se ha convertido en un complejo drama humano con repercusiones a nivel mundial. El tiempo, sin duda, nos dará las respuestas. Mientras tanto, la historia de Andrew y Kristin Cabot nos recuerda la fragilidad de la privacidad en la era digital y el poder devastador del juicio público.