La noche del domingo 7 de septiembre quedará grabada en la memoria de los seguidores de "La Casa de los Famosos México". No solo por la tensión propia de la gala de expulsión, sino por el brillo especial que emanaba Mar Contreras. La actriz, con la elegancia y la fuerza que la caracterizan, deslumbró con un vestido que trascendía la simple alta costura. No era solo una prenda, era una historia susurrada entre hilos y cristales, un homenaje conmovedor a sus padres, fallecidos durante la pandemia. Imaginen la escena: las luces del estudio, la expectativa en el aire, y Mar, como una mariposa nocturna emergiendo de la oscuridad, enfundada en un diseño de Kenia Hernández, la mente maestra detrás de la marca Veneranda.

El vestido, bautizado como "Mariposa de Noche", no podía ser más acertado. Un guiño a su "Team Noche", pero sobre todo, un símbolo cargado de significado para Mar. Las mariposas, como mensajeras del más allá, representan ese vínculo inquebrantable con sus padres, una conexión que ni la distancia ni el tiempo pueden borrar. El negro, como la noche que envuelve los recuerdos, contrastaba con la delicadeza de los detalles blancos, bordados a mano con perlas y cristales que parecían capturar la luz de las estrellas. Un trabajo minucioso, una obra de arte tejida con amor y dedicación en tan solo 48 horas, un testimonio del talento de Kenia y de la profunda conexión que logró establecer con la historia de Mar.

Desde el boceto inicial, Kenia supo que este vestido tenía que ser más que una prenda. Tenía que ser un abrazo, un consuelo, una celebración de la vida y del recuerdo. El corsé, con la forma de una mariposa a punto de alzar el vuelo, se convertía en el corazón de la creación, el punto de partida de unas alas bordadas que parecían extenderse más allá del tejido, abrazando a Mar con la memoria de sus seres queridos. Los guantes satinados y el calzado bicolor, también de la firma Veneranda, complementaban la imagen con una armonía perfecta, elevando el look a la categoría de obra maestra.

El viaje de este vestido, desde el taller de Kenia en Sinaloa hasta el foro de LCDLF México, es una historia en sí misma. Una carrera contra el tiempo, un desafío creativo, un acto de amor y respeto por una artista que ha sabido conquistar al público con su talento y su sensibilidad. La emoción de Mar al recibir el vestido, la alegría de Kenia al verla brillar en la gala, son la prueba de que la moda puede ser mucho más que una simple expresión estética. Puede ser un vehículo para contar historias, para sanar heridas, para honrar la memoria de aquellos que ya no están. Y en esta ocasión, Kenia Hernández, con su "Mariposa de Noche", logró precisamente eso: convertir la moda en un poema visual, un susurro de amor en medio del bullicio, un homenaje a la vida que continúa, a pesar de la ausencia. La presencia de Mar, radiante en su vestido de mariposa, fue un recordatorio de que la belleza puede nacer del dolor, y que la memoria, como las mariposas, siempre encuentra la forma de volver a casa.