La lucha contra la extorsión en México está dando frutos. Los datos presentados por el Secretario Omar García Harfuch en la Mañanera del Pueblo revelan un panorama alentador, aunque la batalla está lejos de terminar. La Estrategia Nacional Contra la Extorsión, implementada recientemente, ha logrado canalizar la angustia de miles de mexicanos que se enfrentan a este delito, registrando un volumen impresionante de 43,682 llamadas. Este número, por sí solo, habla de la magnitud del problema, pero también de la creciente confianza de la ciudadanía en las instituciones para denunciar y buscar ayuda.

El hecho de que el 62% de las llamadas, es decir, más de 30 mil, correspondan a extorsiones no consumadas, demuestra la eficacia de la estrategia en la prevención. La información oportuna, la difusión de las modalidades de extorsión y la rápida respuesta de las autoridades están logrando frustrar los intentos de los delincuentes. Imaginemos las miles de familias que han evitado caer en las garras de estos criminales, el alivio en sus hogares, la tranquilidad recuperada gracias a la intervención oportuna.

Sin embargo, no podemos ignorar las 4,463 llamadas que reportan extorsiones consumadas. Cada una de ellas representa una tragedia personal, una violación a la seguridad y al patrimonio de las familias mexicanas. La buena noticia es que, gracias a la información proporcionada en estas denuncias, se han podido iniciar carpetas de investigación, lo que permitirá perseguir a los responsables y llevarlos ante la justicia. La colaboración ciudadana es fundamental en este proceso. Cada dato, por pequeño que parezca, puede ser la pieza clave para desarticular las redes de extorsión.

La detención de 239 personas vinculadas a este delito es una prueba contundente del compromiso de las autoridades. Las acciones coordinadas entre las diferentes instancias del gabinete de seguridad están dando resultados tangibles. Desde la detención de dos personas vinculadas con homicidio y cobro de piso en Acapulco, Guerrero, hasta el rescate de un menor víctima de secuestro virtual en Chalco, Estado de México, las fuerzas de seguridad demuestran su capacidad para actuar con rapidez y eficacia. Estos casos, aunque dolorosos, nos muestran el lado humano de la lucha contra la delincuencia, la dedicación y el profesionalismo de quienes arriesgan su vida para proteger a la población.

La captura de Julio “N” en Puebla, líder de una célula delictiva involucrada en extorsiones, agresiones armadas, ejecuciones y narcomenudeo, representa un golpe significativo a la delincuencia organizada. Este tipo de detenciones envía un mensaje claro: el Estado no tolerará la impunidad y perseguirá con todo el peso de la ley a quienes atenten contra la seguridad y la tranquilidad de los mexicanos.

La lucha contra la extorsión es un esfuerzo continuo que requiere la participación de todos. Denunciar, informar y colaborar con las autoridades es fundamental para erradicar este flagelo. La Estrategia Nacional Contra la Extorsión está en marcha y los resultados son alentadores. Sigamos trabajando juntos para construir un México más seguro y en paz. La confianza en las instituciones es el primer paso para vencer este delito. No permitamos que el miedo nos paralice. Denunciemos y contribuyamos a la construcción de un futuro libre de extorsión.