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9 de septiembre de 2025 a las 15:55
Alerta sísmica: ¿Dónde fue el epicentro hoy?
México, tierra de imponentes volcanes y una belleza natural inigualable, también se encuentra en una zona de alta actividad sísmica. Esta realidad, inherente a su geografía, nos recuerda constantemente la fuerza de la naturaleza y la importancia de estar preparados. Si bien hasta el momento de esta publicación no se han registrado nuevos movimientos telúricos, la tierra bajo nuestros pies nunca duerme. Recordemos los eventos sísmicos de las últimas horas, un recordatorio palpable de esta realidad sísmica.
El suroeste de Pinotepa Nacional, en Oaxaca, vibró con un sismo de magnitud 5.1. Imaginen la energía liberada a 16.3 kilómetros de profundidad, a las 16:33 horas. La tierra, en un instante, liberando fuerzas colosales que se propagan en ondas invisibles, pero perceptibles para nuestros sentidos y nuestros instrumentos de medición. Horas más tarde, a las 20:35, el noroeste de Cintalapa, en Chiapas, experimentó un temblor de magnitud 4.1, originado a una profundidad mucho mayor, 148 kilómetros. Este dato, la profundidad, es crucial para comprender el impacto de un sismo. Un sismo más profundo, aunque de menor magnitud, puede propagarse a distancias mayores, mientras que uno superficial, aunque de menor magnitud, puede tener un impacto local más significativo.
Estos eventos, registrados minuciosamente por el Servicio Sismológico Nacional (SSN), nos brindan información vital para entender la dinámica de nuestro planeta. El SSN, a través de su página web y redes sociales, se convierte en un vigilante constante, informándonos no solo de la magnitud y la hora, sino también de las coordenadas exactas del epicentro y la profundidad del evento. Esta información, más allá de la estadística, nos permite comprender la complejidad de los fenómenos sísmicos y la importancia de la prevención.
Pero, ¿qué es un sismo? Más allá de la sacudida que percibimos, es la culminación de un proceso geológico fascinante. Las rocas en el interior de la Tierra, sometidas a presiones inimaginables, acumulan energía hasta que, en un punto crítico, se rompen. Esa ruptura libera la energía acumulada en forma de ondas sísmicas, que viajan a través de la tierra, moviendo todo a su paso.
Ante esta realidad sísmica, la preparación es nuestra mejor aliada. Protección Civil nos ofrece recomendaciones vitales: tener un plan familiar de protección civil, ubicar las zonas de seguridad en nuestros hogares y lugares de trabajo, y participar en simulacros. El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), un sistema tecnológico de vanguardia, analiza la distancia y la magnitud del sismo para activar la alerta. Este sistema, basado en complejos algoritmos, nos da segundos preciosos para reaccionar, segundos que pueden marcar la diferencia.
La actividad sísmica en México es una constante, un recordatorio de la dinámica de nuestro planeta. Informarnos, prepararnos y seguir las recomendaciones de las autoridades son las claves para convivir con esta realidad y minimizar sus riesgos. La tierra nos habla, y es nuestro deber escucharla.
Fuente: El Heraldo de México