Una sombra de profundo dolor se cierne sobre San Miguel Canoa, Puebla. La tragedia ha golpeado con fuerza a esta comunidad, dejando un vacío irreparable tras la pérdida de dos pequeños ángeles, víctimas de una silenciosa y letal amenaza: la intoxicación por monóxido de carbono. El escenario de esta desgarradora historia fue un temazcal, un espacio tradicionalmente asociado con la sanación y la purificación, que en esta ocasión se convirtió en el testigo mudo de un suceso que ha conmocionado a todo el país.

El pasado 5 de septiembre, Maribel, una madre de 34 años, buscaba bienestar y salud para ella y sus dos hijos. Llevados por la tradición ancestral, ingresaron al temazcal con la esperanza de beneficiarse de sus vapores curativos. Sin embargo, el ritual se tornó en pesadilla. Minutos después de entrar, la tragedia se cernía sobre ellos. El humo, producto de la leña utilizada para calentar el temazcal, liberó el silencioso y mortal monóxido de carbono, atrapándolos en una trampa invisible.

La angustia se apoderó de la familia cuando un tío de los pequeños, alertado por la prolongada ausencia, descubrió la escena. Los tres yacían inconscientes en el interior del temazcal. De inmediato, se dio aviso a las autoridades locales, iniciando una carrera contra el tiempo para intentar salvar sus vidas.

La rápida respuesta de los paramédicos del Servicio de Urgencias Médicas Avanzadas del estado de Puebla fue crucial. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la tragedia ya se había consumado. Los dos pequeños, una niña y un niño, habían perdido la batalla contra el invisible enemigo. Su corta vida se apagó en ese espacio que buscaba brindarles salud. La noticia, como un rayo, impactó en el corazón de San Miguel Canoa y resonó en todo el estado.

Maribel, la madre, se aferraba a la vida. En estado crítico, fue trasladada de urgencia al Hospital General del Norte. Los médicos luchan por estabilizarla, mientras la comunidad se une en oración por su recuperación. Su supervivencia se ha convertido en un símbolo de esperanza en medio de la profunda tristeza que embarga a todos.

Las autoridades, en su labor de esclarecer los hechos, han señalado la intoxicación por monóxido de carbono como la causa más probable del fallecimiento de los niños. Este trágico suceso pone de manifiesto la importancia de la seguridad en el uso de temazcales y la necesidad de una adecuada ventilación para prevenir la acumulación de este gas letal. Se hace un llamado a la comunidad a extremar precauciones y a informarse sobre las medidas de seguridad necesarias para evitar futuras tragedias. La memoria de estos pequeños debe servir como un recordatorio constante de la importancia de la prevención y la responsabilidad en el manejo de estas prácticas tradicionales. Mientras San Miguel Canoa llora la pérdida de dos de sus hijos, la comunidad se une en solidaridad con Maribel, esperando su pronta recuperación y rogando por que encuentre consuelo en medio de este dolor inimaginable.