
8 de septiembre de 2025 a las 09:40
Salud en México: 8 años de impacto
Ochenta años no se cumplen todos los días. Ocho décadas de innovación, de compromiso con la salud de México, de constante evolución. Baxter Healthcare celebra este hito no con la nostalgia del pasado, sino con la mirada puesta en el futuro, un futuro de conectividad hospitalaria liderado por Óscar Pérez, al frente de Latinoamérica Norte. Imaginen la magnitud: atender a ocho personas por segundo en nuestro país. Más de tres mil dispositivos y soluciones, un flujo constante de tecnología e innovación al servicio de la salud, desde el diagnóstico hasta la recuperación en casa, pasando por cada etapa crucial: hospitalización, cirugía, terapia, cardiología. Un compromiso inquebrantable con la vida que se traduce en más de dos mil 200 colaboradores, un centro de distribución, uno de tecnologías de la información y dos plantas de manufactura en suelo mexicano. Baxter no solo está presente, sino que forma parte del tejido mismo del sistema de salud mexicano.
Y su visión hacia 2030 es tan ambiciosa como inspiradora: optimizar los recursos hospitalarios –cada vez más preciados–, mejorar la recuperación de los pacientes –el núcleo de su misión– y ofrecer herramientas efectivas a los profesionales de la salud –los verdaderos héroes de la medicina moderna–. Con un 65% de sus soluciones destinadas al sector público y un 35% al privado, Baxter se consolida como un aliado estratégico para un sistema de salud cada vez más exigente, un sistema que demanda eficiencia, innovación y resultados tangibles. Desde la introducción de la diálisis moderna en 1956 –un hito que revolucionó la atención médica– hasta la nutrición parenteral lista para usar en el 2000 y las camas inteligentes para cuidados intensivos que hoy en día elevan la seguridad y promueven la movilidad temprana, Baxter ha dejado una huella indeleble en la historia de la salud en México.
Mientras tanto, en otro frente, se libra una batalla silenciosa pero crucial. La Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), bajo el mando de Andrés Lajous, se encuentra en la recta final de la licitación para la adquisición de 15 trenes que conectarán el AIFA con Pachuca. Dos gigantes se enfrentan: CAF México, con una propuesta de nueve mil 891 millones de pesos, y la china CRRC Zhuzhou Locomotive, con una oferta considerablemente menor: cinco mil 846 millones, casi un 40% menos. La diferencia es abismal, y el fallo, previsto para el 10 de septiembre, se espera con gran expectación. Pero más allá de las cifras, se esconden matices que exigen un análisis profundo. CRRC arrastra un historial complejo: retrasos significativos en la modernización de la Línea 1 del Metro, multas millonarias por mil 500 millones de pesos y costos adicionales que ensombrecen su propuesta. Además, persisten las dudas sobre licitaciones recientes en la CDMX, donde las bases parecían diseñadas a la medida de la empresa china, como la licitación de 17 trenes ligeros por parte del Servicio de Transportes Eléctricos.
La geopolítica también juega un papel crucial en esta partida. Con la renegociación del T-MEC en el horizonte, la participación de una empresa china podría generar tensiones con Estados Unidos, evocando el fantasma de la cancelación del tren México-Querétaro en 2015. Y no olvidemos la compatibilidad: los nuevos trenes deberán integrarse al sistema del Tren Suburbano, diseñado y operado por CAF. La decisión, por lo tanto, trasciende lo económico. Se trata de la confiabilidad del servicio, de la relación con nuestros socios comerciales y, sobre todo, de la credibilidad de las licitaciones públicas. ¿Se privilegiará el ahorro económico a corto plazo o la solidez y la transparencia a largo plazo? La respuesta, sin duda, marcará un precedente.
Fuente: El Heraldo de México